Capítulo 28: Mastermind

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🍷🥀🍷

HOLI, DIGAN HOLI

nada, espero que disfruten el cap

muak :D

🍷🥀🍷


CAPÍTULO 28: MASTERMIND

KATHLEEN MYERS

El aire helado golpea mi rostro y muevo mi brazo para tratar de alcanzar la sábana para poder tapar mi rostro y la encuentro, pero por más que la jalo, no logro que ceda y llegue a mí, así que frunzo el ceño.

Abro los ojos lentamente y con algo de molestia mientras trato de acostumbrarme al entorno. Miro el techo de la habitación donde me encuentro durante varios minutos y entonces mis neuronas logran hacer sinapsis y todos los recuerdos de ayer llegan a mi como un torbellino de emociones haciendo que mi rostro se caliente y obligándome a ladear el rostro para buscar a la chica con quién dormí.

Daniela duerme boca abajo, su cabello se encuentra completamente desordenado y algo ondulado, mientras cubre su rostro, paso la vista por su espalda descubierta y me llaman la atención tres lunares que forman un triángulo escaleno. Lindo.

Ayer no lo vi, pienso.

Me muevo incómoda ante la necesidad de ir al baño, así que trato de levantarme, pero me doy cuenta que su brazo rodea mi cintura. Suspiro y con cuidado, lo levanto tratando de no despertarla, tomo una toalla del piso y camino de puntillas hacia el baño mientras cierro la puerta detrás de mí.

Creo que es la primera vez que miro mi reflejo al día siguiente de una fiesta y no me miro como un zombie. De hecho, me miro extrañamente feliz con las mejillas sonrojadas, el cabello desordenado y el corazón latiendo con locura.

Todo esto sin haber probado alcohol.

No bebí ayer, cumplí la promesa papá.

Sonrío emocionada, quiero llamarle para decirle que pude hacerlo. Que amanecí sin una sola gota de alcohol en mi sistema.

Dándome más atribuciones de las que debería busco por el armario y encuentro un cepillo de dientes nuevo al fondo de este, así que en confianza, me lo robo y lo uso para cepillar mis dientes.

Creo que aun no supero lo de ayer, porque mientras lo hago, mi mente recrea todo, desde el coqueteo, la escena de celos, el enojo, y luego... la lujuria. Jamás había tenido tantas ganas de quemarme en el deseo, principalmente porque jamás había sentido algo así.

Estaba nerviosa cuando di el primer paso porque suelo ser un poco tímida, pero Daniela nunca me hizo sentir fuera de lugar y la experiencia me gustó. Por un momento pensé que sería extraño o incluso incómodo, pero me gustó y no puedo esperar para volver a hacerlo.

Me ahogo con mi propia saliva cuando recuerdo que le dije a Wembley que ella era mi chica.

Mis mejillas se sonrojan ¿De verdad le dije eso? Ser mi chica es sinónimo de ser mi novia, así que... ¿Estamos saliendo? ¿Es serio?

Escondo mi rostro en mis manos y suspiro con vergüenza.

Entonces escucho ruido en la habitación y me paralizo por varios minutos pensando que pude haberla despertado, pero luego se escucha una puerta cerrarse y suspiro.

Me tomo mi momento para asearme y luego salgo del lugar con precaución para terminar encontrando la habitación vacía.

En la cama, la cual sigue desordenada, se encuentra la ropa que Daniela me había pasado ayer, sí, la misma que tiré al piso cuando me armé de valentía y decidí ir por lo que ambas queríamos.

Beso sabor a tequila [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora