The perks of being a Wallflower; F.W

𝓮𝓵 𝓼𝓪𝓷𝓽𝓪 𝓼𝓮𝓬𝓻𝓮𝓽𝓸 𝟔.𝟐

- ¡No más universidades!, ¡No más exámenes! – grito Fred por la sala de la casa de los Weasley conmigo en la espalda, dando vueltas

- Muy bien chicos – grito Draco – mire lo que tengo – dijo abriendo un regalo – varios pares de blue jeans – dijo haciendo una mueca – vaya esto es muy difícil pero voy a apostar por Hermione –dijo apuntándola

- - ¡SÍ! – grito Hermione con mucha emoción acomodándose en su asiento –

- Esperen chicos, un recibo – dijo sacando el mencionado mostrándolo a nosotros quienes estábamos en la cocina en la parte de atrás.- esta vez si los pago – dijo riendo.

- ¿Dónde está Leuce? – le pregunte a Fred en susurro para que solo nosotros escucháramos

- Oh, fue a casa con Maria, una amiga – dijo dándose la vuelta para ir a la sala – pero vuelve para año nuevo.

- Qué pena que no la veremos hoy – dije con sarcasmo.

Ahora todos estábamos acomodados por la sala.

- Bueno hermano mayor por 3 minutos – dijo Fred volteando a ver a George con su copa en mano- ¿Quién es tu santa secreto? – a lo que George se levantó bruscamente al parecer muy emocionado.

- Te lo diré Fred – dijo caminando por la habitación en su mano derecha su copa y la izquierda en su cintura dándonos una escena bastante graciosa – Esto es difícil, yo recibí una armónica, un juego de poesía magnético, un libro sobre Harvey Milk, y un cinta con la canción Asleep que esta, dos veces – Y todas rieron – La verdad no tengo idea, esta colección de regalos es tan gay, que creo que tal vez me la di yo mismo – Hace una pausa y todos ríen – pero a pesar de esa posibilidad, voy a apostar por – dijo haciendo la cabeza para atrás – Redobles – todos empezamos a dar pequeños golpes en nuestras piernas –

Perséfone, claro – dijo y yo solo sonreí

- Muy bien, Pers, vas tu – dijo Fred dándome una sonrisa.

- Bien – dije levantándome del sofá – es mi turno, hmm – me estaba poniendo un poco nerviosa – yo recibí, calcetines, un vestido, un suéter y unas botas, me ordenaron que los usara esta noche así que voto que mi santa secreto es Draco – dije aun con duda, la ropa se veía de una buena calidad y bastante cara, el primero que se me vino a la mente fue el.

- Aghh, ¿Por qué dices eso? – Dijo George.

- Mhh, porque sabemos que es mandón a veces – dije en burla, a lo que gané una mirada amenazante de parte del slytherin.

- Que rayos pasa contigo – dijo el platinado haciéndose el ofendido.

- Lo siento – dije algo incomoda, otra vez la había cagado.

- Te sorprenderá saber que en realidad tu santa secreto soy yo – dijo George, a lo que me sorprendió mucho.

- ¿Por qué la ropa? – dije sin entender.

- Todas las buenas escritoras usaban buena ropa, así que tu ultimo regalo está en el toallero del baño. – dijo sonriendo, realmente estaba anonadada, me sentía muy feliz. – ve a nuestro sanitario y que merja una estrella.

- ¿Entregas esto mientras regreso? – le di el saco en el que tenía algunos regalos a Fred

- Un segundo, solo regalos de santa secreto, hay reglas Pers – dijo Draco mientras iba hacia el baño

- Draco, ¿Por qué quieres arruinar la navidad? – dijo de broma George – Entrégalos Fred.

- Para – hizo una pausa para leer los sobres – Draco, para ti – dijo entregando los sobres a cada uno – para Her, Harry, y esta es para mí – dijo sacando la caja más grande.

- Her, sé que serás una gran aurora – dijo Hermione leyendo el principio de su carta.

- 40 galeones, imprime a punk rock a color la próxima vez – dijo riendo.

- Me conoce – dijo Harry con un bote de líquido para hacer burbujas en la mano.

Narra Fred:

Al abrir la caja había un gran disco de una canción genial.

Something - The Beatles.

Me sentí bastante especial, me había encantado ese pequeño

pero muy especial regalo, que hasta lo abrace.

- Ahora sí, Pers – la llame – ya ven acá.

- Ya sal de ahí amiga – dijo Draco.

- ¡Pers!, ¡Pers! – empezaron a gritar Harry y Hermione.

- Tímidos aquí no – grito George – vamos, vamos, te estamos esperando.

Y salí con un hermoso vestido rojo, no tan corto, que acentuaba muy bien mi cuerpo, era estúpidamente perfecto, me sentía muy bien, demasiado, era como un sueño hecho realidad. Todos se me quedaron viendo, me sentía un poco rara, nadie hablaba.

- ¡SIII! – dijo George sin dejar de aplaudir – ¡Eres la mujer más atractiva que jamás haya visto! – todos aplaudían, pero Fred no hacía nada, yo solo lo miraba con una sonrisa esperando su reacción.