♡︎𝑰𝒏 𝑳𝒐𝒗𝒆 𝑾𝒊𝒕𝒉 𝑨 𝑷𝒓𝒊𝒔𝒐𝒏𝒆𝒓♡︎

Oᴄʜᴏ

Riku, Towa, Tamano y Takechiyo llegaron al lugar donde el primero los guío.
La albina seguía mirando con extrañeza todo, sin acostumbrarse aún a estar en tierra firme.

Ingresaron a una cabaña, enseguida un hombre de mediana edad y medio calvo clavo su mirada en los presentes.

Riku: Jyubei - dijo viéndolo con severidad.

Jyubei: Joven Riku.

Riku: Supongo que sabes a lo que vengo.

El hombre exhaló y miró al pequeño yokai al lado de Riku.

Riku: Takechiyo me dijo que no te era suficiente el oro que te di.

Jyubei: Es suficiente a decir verdad. Pero no puedo hacerte ese favor.

Riku: ¿Porqué no? Es algo simple, solo necesito unos días.

Jyubei: No pueden quedarse, tengo cosas importantes que hacer y...

Riku: Maldición, ¡solo te pido unos días!

Jyubei: No puedo, ¿acaso se le olvida que aquí esta...ella?

Towa y Tamano escuchan atentamente la conversación. La peliplata se cuestionaba en su mente.

«¿Ella? ¿A qué se refieren?»

«¿Ella? ¿Acaso Riku tiene a otra?» Se cuestiona mentalmente Tamano.

Entonces la expresión de Riku cambio y maldijo en voz baja.

Riku: Me había olvidado de ese "pequeño" detalle. – se cruza de brazos y mira a Towa – Tendremos que irnos al palacio.

Towa: ¿Al palacio? – frunce el ceño.

Takechiyo: ¡¿Eh?! ¡Joven Riku!

Riku: No tenemos de otra. Además el nos debe estar esperando.

Towa: ¿Te refieres a mi padre? – cuestiono con seriedad.

Riku: Así es Towa. Kirinmaru debe estar ansioso por.... verte. – mira a Jyubei – Nos tenemos que ir.

Jyubei: Tengan buen viaje – deseo con una sonrisa de complicidad.

El ojiverde apretó sus puños y salió junto los demás.

Pasaron dos días desde entonces, los cuatro llegaron a un gran palacio del Este. El cuál al abrirse varios guerreros y sirvientes se reverenciaron ante ellos. Aunque lo hacían por Riku y Towa más que nada.

Towa mira con algo de asombro el gran palacio. Su padre de seguro la debía estar esperando, no recuerda cuando fue la última vez que lo vio y estaba un poco nerviosa.

Riku: Tal y como lo recordaba – murmuró ingresando al lugar junto a los demás.

Tamano veía todo con fascinación.

«Si llegó a contraer nupcias con Riku. ¿Todo esto sería mío?» Pensaba ansiosa.

Takechiyo: Hace mucho que no veo al señor Kirinmaru. – comentó.

Riku: Kirinmaru. Cierto... pero me temo que no lo veremos está vez,

Towa: ¿Porqué no? – pregunto con el ceño fruncido.

Riku: No detecto su olor, además, si estuviera aquí nos hubiera recibido como suele hacerlo – su voz fue burlona.

Tamano: Es una lastima, yo si quería conocerlo.