La magia del cerezo azabache. Sasusaku

Capitulo 12.

- Hinata ¿Tu varita? - preguntó Sakura desesperada viendo en la oscuridad a la ojiperla.

- No la traje, perdón - susurro a media voz la pelinegra - no la llevaba conmigo cuando paso esto.

- Mierda.

Habían entrado en el campo de trigo las dos juntas, Hinata había tomado la mano de la pelirosa para no perderse entre el trigal, estaban asustadas, cansadas por correr y demasiado alertas. Un ruido las hizo volverse hacia atrás, no se veía nada. Sakura afianzó el agarre sobre la mano de la Hyuga y comenzó a correr en dirección a donde iban principalmente, al claro enmedio del campo. Ahí verían mejor dónde podrían estar Sasuke y Naruto.

Había un silencio atroz, que solo ponía de nervios a ambas chicas, solo podían escuchar el sonido de sus respiraciones, y sus pisadas sobre el lodo húmedo. Hinata iba descalza, sus pies comenzaban a dolerle, no sabía que estaba pisando pero no le importaba, encontrar a Naruto era lo único que pasaba por su cabeza. Pasaron por un pequeño corredor entre el trigo, se pararon a respirar, esto estaba siendo más difícil de lo que pensaban, si tan solo esa lunática no hubiese dejado de reír abruptamente sabrían hacia donde dirigirse, se sentía perdidas.

- S-Saku, Saku - dijo Hinata insistentemente jalando la manga del abrigo de la ojiverde llamando su atención, a unos 10 metros se alcanzaba a divisar una sombra de color negra, imponente, con una máscara blanca que contrastaba con su oscura figura.

Sakura puso a Hinata detrás suyo y alzó su varita, dispuesta a atacar, estaba dispuesta a herir de gravedad si era necesario. La sombra levanto su brazo sacando su varita lentamente haciendo que Sakura lanzará un hechizo defensor como advertencia, mismo que fue repelido con facilidad por la sombra gracias a su varita. La chica no bajo la guardia, sabía pelear bien, era la mejor de las chicas en cuanto a duelos mágicos en la academia y ya había enfrentado anteriormente a los mortifagos, no se detendría por nada.

Unos pasos apresurados comenzaron a escucharse detrás de ellas, la sombra lanzo un maleficio en dirección a la pelirosa, mismo que la chica repelió de la misma forma que lo había hecho el mortífago, antes de poder lanzar cualquier respuesta, Naruto y Sasuke salieron desde las columnas de trigo colocándose frente a ella lanzando un hechizo al mismo tiempo, haciendo que la sombra se alzará hacia el cielo nocturno en una columna de humo negro antes de que los hechizos lo tocaran.

Naruto volvió su vista hacia atrás, alzando la mirada hacia la pelinegra y le ofreció la mano, misma que está acepto enseguida haciendo que el chico la pegará a su cuerpo en un semiabrazo mientras miraba a todos lados buscando peligro. Sasuke por su parte había abrazado con desesperación a su novia, aliviado de verla bien, sabía que lo seguiría hasta ahí, solo había sido optimista deseando que se hubiese quedado en la seguridad de la casa mientras el ayudaba a Naruto a repeler a su tía del lugar. Sakura apretaba su rostro contra el pecho del Uchiha, se había asustado tanto, pero ahora que lo tenía entre sus brazos, primero muerta antes que soltarlo.

Una risa macabra hizo que se pusieran alerta, Naruto se separó de la Hyuga para tomarla de la mano y correr en dirección a esta.

- ¡Naruto, espera! - le alcanzó a decir Sasuke antes de separarse de su novia, tomarla fuertemente de la mano y seguir al rubio antes de perderlo de vista.

Llegaron al claro en medio del plantío, los tres jóvenes armados levantaron sus varitas dispuestos a enfrentar cualquier cosa, cubriéndose la espalda unos a otros, colocando a Hinata, quien estaba desarmada, en medio del semicírculo dónde Naruto la cubría con la mitad de su cuerpo. Sasuke por su parte quería cubrir igual a su novia, ponerla tras de si, sabía que era una bruja muy capaz, sabía de primera mano que entre los mortifagos la consideraban un peligroso oponente, era la mejor bruja de su generación, después de todo. Pero aún así el miedo de que saliera lastimada podía más con el mismo que cualquier admiración u orgullo que pudiera sentir hacia su novia.