Capitulo VII: ¿Salimos?

10 3 0
                                    

Ay no, no puedo creerlo, era él, era su mensaje, -¡Rayos, como me encontró en Instagram! - Expresé un gran gritó, mientras me decía- No Anne, no le contestes-Cosa que no me importó y le contesté.

-¿Hola, Dylan? -Estaba nerviosamente emocionada a punto de gritar, pero no, tengo que tranquilizarme y lo sabía.

-Ey, ¿Qué haces? - ¿Me preguntaba a mí?, me lo cuestionaba, me puse en modo pensativa.

-Nada y ¿tú? - Escribí lamentando mi respuesta, muy cortante -Ay no, pero si le hablo mucho se aburrirá- dije dudando atenta de la llegada de su respuesta.

-Aburrido, ¿Estas ocupada? - Me preguntaba, estaba muy locamente que cuando volví a leer el mensaje expresé-Le estoy diciendo que no estoy haciendo nada y el me pregunta ¿Estás ocupada? No es enserio. - totalmente reía de las conclusiones que sacaba.

-Pues... Nop- Respondí, muy cortante, aún no sé porque soy así. Me eché a mi cama esperando su respuesta.

-¿Salimos? - Salté inmediatamente en mi cama de emoción, no podía creerlo, no sabía que decir, así que no dudé en responderle.

-Si, por supuesto.

-Te espero en media hora afuera de tu casa. - Me dijo.

No podía creerlo, voy a salir con él, con Dylan, no podía diferenciar el sueño con la realidad, estaba tan emocionada que cuando me vi al espejo-No Anne, así no.- rápidamente abrí mi closet, buscando y buscando, ninguno me gustaba, elegí un vestido suelto de color verde agua simple, zapatillas blancas de todas maneras y me empezaba a maquillar poniéndome un poco de rubor, y brillo en mis labios. Lista, ya estaba lista, echándome un poco de colonia ese de aroma de rosas, mi favorito y por último atando mi cabello con un colet negro.

- Tlink...Tlink- el mismo sonido, mi celular, terminando de ponerme mis pendientes, me acerqué a él y vi el mensaje- Estoy afuera

-Ahorita salgo, espérame.

- Te espero. - sonreí al ver su mensaje.

Estaba emocionada que no podía esperar a verlo, sé que no es seguro para mi ilusionarme, no ahora por lo menos, pero necesitaba hablar con alguien, tal vez con Mark, pero no, sé que ahora debe estar en el club nocturno de todas las noches con los chicos y la invitación de Dylan me sorprendió tanto que no podía rechazarla. Colocando mi saco de cuero negro que hace conjunto con mi vestido empiezo a bajar las escaleras, me estanco a un paso de abrir la puerta dándome una última mirada al espejo y segura de mi imagen, abro la puerta.

Lo vi allí, parado a unos pasos frente a mi puerta, llevando un jean negro clásico y una camisa azul con pequeñas manchas blancas haciendo conjunto con unas zapatillas blancas que lo hacían ver demasiado pequeño lejos de mí. Sorprendida y nerviosa lo seguía viendo, solo quería observarlo, esa postura que tenía con su mano enterrada en el bolsillo, su mirada puesta en la pantalla de su celular-¿Qué estará viendo? - me preguntaba con una sonrisa al solo sentirlo tan lejos pero cerca de mí, agachando mi mirada encogí mis hombros empecé a dudar.

-¡Hello...! - escuché, alzando mi mirada llevando a que se encuentre con la suya, sin poder mover un musculo, estancada solo observando sus ojos verdes que demostraban pureza y sinceridad en ellos.

Se acercaba más a mí tanto que podía escuchar como sonaban sus pasos más y más fuerte.

-¡Hola! - a punto de explotar.

-¿A dónde quieres ir? - colocando su celular en el bolsillo, mientras seguía observándome con esa mirada tan ligera y sacando una sonrisa en sus deliciosos labios.

-No tengo idea. ¿Un club? - separo mi mirada esquivando la suya tratando de mirar al árbol en frente de mi casa.

-Soy nuevo en esta ciudad, no conozco mucho la verdad, pero creo que es el lugar perfecto.

-Está bien, yo te sigo. -tenía que parecer segura frente de él, definitivamente.

El silencio brindaba entre nosotros, en cada paso que dábamos no podía querer dejar de mirarlo, pero lo hacía, no quiero parecer la típica chica enamorada de él o la típica fan que se muere al ver su ídolo, no quiero enamorarme, solo ser su amiga y estaba lista para ello.

Estaba cansada de caminar, no estoy acostumbrada a esto siempre tomo el autobús o Mark me lleva en su carro.

-Ya llegamos, Anne. - con esos ojos brillantes se dirigió a mí.

-Esto es...- mis ojos se dilataron de emoción mostrando una gran sonrisa ante su mirada,

-¿Maravilloso?

-¡Exacto! Me quitaste la palabra- observando el maravilloso lugar en el que me sentía una niña de 5 años.

Era un parque, esos de que se parecen a los cuentos de hadas, si esos mismos donde deslumbran destellos de luces en los árboles y tienen una magia dentro de ellos o al menos eso sentía, esto era lo que necesitaba y eso que eh vivido toda mi vida en esta ciudad y nunca había visto este lugar tan hermoso y original, de lo que me perdí.

Avanzamos lentamente observando cada detalle, las flores en su perfecta posición, las bancas iluminadas y la vista era hermosa, cerca de un acampado. Pasamos los rociadores de agua del césped donde terminamos mojados, mientras sentíamos la cálida brisa del aire y jugábamos con nuestras sonrisas.

-¿Te gusta? -señala el mientras mirábamos las estrellas.

-Gracias -demostrando una gran sonrisa y mirándolo fijamente a sus ojos.

-¿Por qué? - ansiado de esperar mi respuesta sin despegar sus ojos de mi rostro.

-Por enseñarme esto. - despegue mi mirada de él y me enfoque en el cielo olvidando por un momento mi tristeza.

-¿Sabes? Soy nuevo en esta ciudad, nose si podríamos...

-Por supuesto, amigos. - extendí mi brazo dejando mi mano suelto al aire, esperando su respuesta.

-Amigos - correspondió ese apretón de manos, mostrándome una larga sonrisa en su rostro.

Soltando su mano, giré para observar la vista espléndida de las estrellas y el hizo lo mismo. Nuestros ojos estaban paralizados en el aura del cielo, sus colores se reflejaban en nuestra ropa y ni decir del aire, cálido y acogedor, todo hacia conjugación.

Y ahí nos quedamos, estábamos muy cerca, tan cerca que podía sentir su respiración y la mirada de Dylan observando mi rostro de poco en poco demostrando un gran interés en el, y yo perdida entre estas miles de estrellas que sólo hacían que mi alma y mi cuerpo se suelten sentimientos de alivio, -Gracias Dylan- lo dije en mi mente, quedándome a su lado sin queja alguna.

Autora:
¡Ayyyyy! No puedo creerlo, estoy tan feliz, aunque sé que es poco pero para mí es mucho, 100 leídas y no puedo creerlo, lose, los he tenido un poco descuidados pero es que eh llevado mis clases constantemente y trato de actualizar lo más pronto posible.
I love you

¡Tu maldito orgullo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora