Smoke©

23. Novia Formal

Sábado.

¿Es normal estar así de nerviosa?

Tengo la cena con la familia de Owen, debo pagarle a Charles – Cosa que hará que tenga que coger los mil dólares que llevo ahorrando casi toda mi vida y que guardaba para una emergencia – y ademas...

Un golpe directo a mi nariz me saca de mis pensamientos y me hace caer al suelo.

- Mierda - dice Joan mientras me tiende la mano para levantarme - ¿Estas bien?

- Si, no es nada - digo y con su ayuda me pongo en pie.

Escucho las puertas del gimnasio y no puedo evitar girarme para ver quien ha entrado, no puedo evitar sentirme aterrorizada cada vez que eso pasa.

Se trata de una persona que no esperaba para nada, Randy.

Hacia una semana de la pelea, y honestamente, pensé que no volvería.

- ¿Enserio te ha tumbado Joan? - dice y yo sonrío.

Corro hacía él y lo abrazo.

- Perdoname - susurro.

- Perdoname tú a mí, no debí aceptar pelear para el idiota de Charles - dice.

La sola mención de su nombre me pone los pelos de punta.

- Da igual, esta bien - digo con una sonrisa - Pensé que no volverías.

- Gracias por estar allí, estoy vivo gracias a ti - dice.

- Estás vivo porque eres un gran boxeador.

- Tu eres una gran entrenadora - dice y yo le sonrío para volver a abrazarlo.

Escucho como alguien carraspea la garganta a nuestro lado, así que me separó de él para encontrarme con... ¿Owen?

- Hola - dice

- Hola - dice Randy.

- Hola, ¿Qué haces aquí? - digo mientras me acerco a él, el cual me pega a su cuerpo y deja un beso en mi mejilla.

- Nos vamos de compras - dice y yo frunzo el ceño - La cena, ¿La habías olvidado?

- De hecho, no, pero tampoco sabía que necesitaba comprame algo.

- Bueno, no pensarías ir en vaqueros, ¿verdad? - dice y yo me encojo de hombros. - Vamos.

Debo admitir que las cosas con Owen han estado algo tensas estos últimos días, además de cortar su amistad con Reggie, también parece evitarme en el instituto, cosa que en el fondo agradezco, ya que Madelaine vive pegada a mis malditos talones.

- Dame un segundo, tengo que avisar a Steve, esta en la oficina - digo y él asiente.

- ¿Desde cuando está Steve aquí? - dice Randy.

- Desde hace una semana - respondo.

- Vete, lo avisaré yo - dice y yo sonrío, para después acercarme a él y abrazarlo de nuevo.

- Gracias - digo

- No hay de que, enana

- Me alegra que estés de vuelta.

- Me alegra estarlo - dice y yo vuelvo con Owen.

No sonríe, no habla y ni siquiera me mira antes de darse la vuelta y caminar hacia la salida.

Ambos subimos al coche y yo no puedo aguantar más la curiosidad, así que decido preguntar.

- ¿Estas bien? - digo