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Muchos de la sala se preguntaban aún sobre la importancia que tendría ese tal "Luffy".
¿Por qué decían que sería un rey?
No tenían una respuesta, no aún.La pantalla se encendió de repente, pero no se veía nada en particular en ella, simplemente estaba en un total tono blanquecino.
Antes de que alguien preguntara o siquiera dudara, el sonido de voces se hicieron escuchar, estos eran provenientes de la misma pantalla.▪︎●▪︎
—¡Lo siento! ¡Lo siento mucho Luffy-sama!
—¡No es tu culpa, es la mía! ¡Lo siento Luffy-dono!
—¡No digan eso, soy yo la que soy débil! ¡Perdoname Luffy-san!
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Las voces sonaban con una notable tristeza y vergüenza, al igual que parecía como si los dueños de aquellas voces estuvieran llorando a mares.
Muchos en la sala empezaron a sentir pena de solo escuchar aquellas emociones tan fuertes brotar de aquellas personas desconocidas.Un par de personas originarias del país de Wano que desde que llegaron a la habitación se habían mantenido al margen en su totalidad, abrieron sus ojos con notable sorpresa al reconocer la voz del hijo del que hasta hace poco servían.
—Esa voz...— Murmuró una chica perteneciente al grupo de esos samuráis, rápidamente se cubrió su boca con una de sus manos y empezó a reprimir las ganas de llorar.
Un poco más lejos de aquella samurái, una niña de cabello celestes rápidamente reconoció la voz y aunque lo intento, las lágrimas empezaron a salir descaradamente de su par de ojos.
A un lado de esta, un gyojin aún cuando también estaba sorprendido, rápidamente intentó calmar a la menor.Un par de minks no estaban mejor que los anteriores mencionados, estos se encontraban en un tipo de shock.
Un samurái de ahora cabellos violetas al igual que uno de cuerpo corpulento y cabello rosado, fueron invadidos por un semblante de confusión pero a la vez de alivio.▪︎●▪︎
La pantalla que con anterioridad se encontraba en blanco, empezó a disipar aquel color y a cambio la imagen de tres personas arrodilladas y con la cabeza contra el suelo se hizo presente.
Las personas se veían claramente, sin ningún tipo de borrón.
Para empezar, estaba lo que parecía ser una sirena de gran tamaño, tenía unos cabellos largos y rosados.
La siguiente persona era un niño de peinado con coleta y kimono.
Para finalizar, la tercer persona era una chica peliazul la cual llevaba en su cabeza una corona muy parecida a la que llevaban los reyes.—¡Enserio quiero ayudarte pero no puedo soportarlo!— Dijo el de menor edad, su rostro no se veía ya que este estaba contra el suelo pero aún así se pudo escuchar que este se encontraba realmente enojado consigo mismo.
—¡Esto es tan injusto!— Hablo la sirena llorando aún más fuerte.
—¡Es tan frustrante tener el poder pero no saber controlarlo!— Completó la chica de cabello azul con total exasperación empezando a jalar de sus cabellos.
La toma de la cámara se alejó y se pudo hacer visible que una persona se encontraba frente al trío de personas.
Esta persona contaba con un sombrero de paja claramente conocido para los espectadores.▪︎●▪︎
La pantalla se apaga nuevamente.
El silencio se hizo presente, pero no era un silencio como los que ya habían ocurrido, no, este era uno que transmitía mucha inseguridad e incluso miedo para los civiles o personas con menos poder; los pueblerinos no entendían lo que estaban viendo, simplemente no podían.
Los piratas sin tanto poder y marines sin tanta experiencia estaban por no decir en la misma situación, después de todo, ellos no habían visto la realidad.
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Toketoú | Watching One Piece
FanfictionEl gobierno consigue lo que para ellos es su mayor ventaja. Sengoku, el recién nombrado Almirante de Flota, en una expedición en la cual el había participado por la importancia de esta, encuentra y salva a la que parece una de las pocas sobrevivient...