Toketoú | Watching One Piece

⁵|Ace, Sabo y Dadan

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Una mujer de cuerpo corpulento, cabellos rizados y anaranjados, se seguía preguntando sobre la razón de su presencia en aquel sitio, ella sabia más que nadie que solo era una bandida de las montañas, obviamente la mejor bandida pero aún así una simple bandida.

Aún con sus pensamientos de duda, no dejaba que estos se llevaran tanta de su atención, ya que aparte de que era la líder de sus compañeros bandidos y debía comportarse como tal, también tenía que prestar la máxima atención al pequeño niño que llevaba con ella.
Un pelinegro de apenas 2 años con pecas decorando su rostro y aún, sin ningún tipo de conocimiento sobre la vida. Este se encontraba agarrado a la espalda de la bandida como si fuera un mono en un arbol, la mujer -con notoria molestia- aún tenía total precaución de que este no separara de ella en ningún momento.

La pelinaranja sabia que el abuelo de aquel demonio estaba presente en la sala, después de todo fue el centro de atención varias veces. Intentó esconderse lo más posible de la vista del vicealmirante para evitar cualquier indicio de enojo dirigido hacia ella, ya sea por no haber cuidado bien al menor o simplemente por ser una criminal.

Aún así, tener que cuidar a un niñato la ponía de nervios y más cuando este se la pasaba jaloneandola como si se tratara de una puta platilina.

—Quedate quieto mocoso.— Exclamó la llamada Dadan al niño, este simplemente la ignoro y siguió jalando los cabellos de la mujer. Ella estaba segura que en un día de estos le saldrían canas verdes.

La pantalla se enciende nuevamente.

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La imagen del exterior de una cabaña se hizo presente, todo estaba rodeado de un ostentoso bosque y la presencia de varias personas se hizo presente. Entre ellas, la de un mujer pelinaranja y la del anterior visto vicealmirante Garp, detrás del hombre se encontraba el llamado "Rey" o simplemente "Luffy", el niño estaba observando con desinterés su alrededor mientras que se hurgaba la nariz con su meñique.

—¡¿Ehhh?! ¿Quién es ese mocoso?— Habló la mujer de gran tamaño señalando al pelinegro menor. —¡¿Me traes a otro?!

—Decide, vivir el resto de tu vida en prisión, o cuidar a estos niños.— Respondió con sencillez el canoso.

—A veces me desearía estar arrestada...— Contestó con cansancio la de cabellos rizados. —Bastante tengo con tener que cuidar a Ace, ¡¿y ahora me traes a tu nieto?!

La cámara se aleja y se muestra como el "Rey" tiene su rostro enojado mientras se toca su mejilla la cual tiene un líquido espeso. Un niño azabache con pecas decorando sus cachetes y una clase de tubo de metal en su mano se hace visible, este está sentado en una roca y un ceño fruncido se posa en su rostro.

—Hey, Ace.  Se escuchó la voz de Garp de fondo.

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Un chillido salió por los distintos labios de las personas que se habían reconocido a si mismos en la pantalla, un chillido que demostraba el terror y el miedo que sentían en ese momento.
La mujer de gran peso que con anterioridad ya sentía la pequeña espinita de molestia en su interior, ahora se encontraba en el suelo golpeando a este con uno de sus puños mientras lágrimas salían de sus ojos, lágrimas de exasperación.

¿Por qué justo ella tendría que ver en algo con ese "Rey"? ¿No era suficiente con tener que cuidar a un mocoso? ¿Ahora tenia que criar a dos?

—Dios, se que soy una criminal pero, ¿tanto odio me tienes?— Exclamó la mujer sin dejar de golpear repetidamente al piso.
El niño pecoso aún se encontraba agarrado de la espalda de la mayor ignorando en su totalidad el dolor de la mujer.