Mi destinado Omega [✔] © # [Adaptación]

🍆13 ~ Omega sexy🍆

Miles de miradas sobre Joaquín y Emilio.

Por más que el menor trataba de poner atención en su clase de contabilidad, no podía, además del intenso calor que le proporcionaba su suéter de cuello alto.

Y hay estaba el alfa, tan calmado como si nada, como si no hubiera pasado un año, como si casi no lo hubiera marcado, Joaco quería ahorcarlo ahí mismo.

— Deja de mirarme así.

— ¿Cómo es así?

— Como si quisieras matarme aquí mismo.

— Ja, justo estaba pensando eso estúpido. — Emilio rodó los ojos, chasqueando la lengua.

— Vete a la mier...

— Aquí no es para que estén peleando como los niños de cinco años que son, afuera pueden hacer, lo que sé les de en gana, pero aquí guarden puto silencio.

Andrés quién se sentaba atrás de ambos, junto con Roy, les miraba enojado, sabían que no era bueno en contabilidad y siempre ponía mucha atención, por eso literalmente los regañó.

— Perdón Andrés.

El menor recostó su cabeza en la mesa, esa clase le daba sueño y bastante, cuando su cuerpo por fin había decidido tomar una siesta, una bola de papel que impactó suavemente en la nariz del omega, le hizo abrir sus ojos y leer su contenido.

"Oye sabes que te ves horrible durmiendo"

Miro a Emilio enfadado, pero el miraba hacía el lado contrario, como si no hubiera hecho nada.

Emilio escribió su amable respuesta he hizo que la bola de papel topará con su codo.

"Sabes que si me sigues molestando le diré a todos que me marcaste alguna vez"

Emilio abrió los ojos como platós, arrojando la bola de papel en el rostro de Joaquin.

Cuando esté iba ha decir algo el timbre sonó y todos inmediatamente salieron del aula.

— No te atreverías.

— Rétame Emilio.

Después de eso rio sarcásticamente, se levantó de su silla, haciéndola a un lado, y tomando al menor del cuello de su suéter.

— ¿Qué? acaso vas a golpearme como hace un año y medio, creía que al menos habrías cambiado un poquitín.

Esa sonrisa cuadrada daba algo de miedo en situaciones como éstas, sobre todo cuando se estaba acercando a tu cuello, pensó el omega.

— Créeme cambié bastante, solo no olvides que al tener la marca de un alfa temporal o permanente...

Ahora podía sentir la respiración de Emilio en su oído, éste soltó un risa traviesa y un suspiro.

Erizando todo su cuerpo, por una extraña razón, no se movió, ni siquiera dijo nada.

— Al tener la marca, se vuelven más... sumisos y cariñosos, aunque ya haya sanado, debe haber aún pocas de mis feromonas en ti.

Tragó en seco, conecto miradas, con esos hermosos ojos miel, que tenían un brillo en éstos.

— Y-yo...

— ¿Tienes libre mañana?

Esa pequeña frase lo hizo salirse de su trance y volver a la realidad.

— Si ¿por?

— Pasó por ti a las dos de la tarde ¿te parece?

— ¿Me estás invitando a salir Emilio?