Mi destinado Omega [✔] © # [Adaptación]

🍆16 ~ ¿Por qué estoy sintiendo esto?🍆

— Dividámonos en dos equipos, uno de tres y el otro de cuatro.

— Yo quiero a Joaco, Roy, Andrés.

— Entonces yo quiero a Emilio y Leo.

Dijo Mateo, con una mirada desafiante, dirigida a Alexander.

— Bien, entonces, ¿tenemos que ir por la pelota, qué está sobre ese inflable?

— Exactamente, quien la traiga primero aquí gana.

— Yo pido lado derecho.

— Ok, entonces en sus marcas... ¡ya!

Los siete chicos comenzaron ha avanzar, Joaquin tomó la delantera, todos quedaron sorprendidos.

— ¡Vamos Joaco!

Emilio iba casi a su par, cuando resbaló con un inflable grande.

—Emilio, ya voy por ti.

Leo pasó con sumo cuidado la resbalosa superficie, yendo a salvar a su amigo caído.

Joaquin estaba a poco metros de la pelota, Leo iba muy atrás.

Emilio fue rescatado con éxito corriendo hasta alcanzar al menor. Quien ya había subido la torre con la pelota en manos.

— Será mejor que bajes.

— ¡Joaco pásala!

Joaco arrojó la pelota a manos de Andrés, quien no esperó para correr de regreso, los demás se dispusieron a seguirlo.

Joaquin, Emilio y Leo, se pusieron a pelear, cayendo al agua del otro lado del inflable.

— ¡Ay mamá! — Todos corrían tras Andrés como si quisieran aplastarlo, eso lo hizo gritar de los nervios.

Los otros tres salieron del agua, bueno, Emilio y Joaco abandonaron a Leo en el agua, corrieron a la par de Andrés, llegando a un túnel, justo después estaba el camino a la meta.

En ese momento Andrés cayó y la pelota rodó en la salida del túnel.
Ambos se miraron, pero Emilio reaccionó primero, comenzando a cruzar el puente, no siendo tan veloz, así que el omega lo alcanzó en segundos.

— Puta madre, deja de perseguirme.

— Quiero la pelota.

Ambos chocaron haciendo que Emilio se soltara de una de las agarraderas, enganchándose de Joaco para no caer.

Joaquin por instinto puso sus manos en la espalda baja del mayor.

Los demás por un momento olvidaron la pelota, viendo con grandes carcajadas el momento.

— No te sueltes Joaco. — Dijo el mayor apretando sus manos en los hombros ajenos.

— Estas muy pesado Emilio.

Joaco no resistió más su peso, ambos se aferraron el uno al otro, mientras dieron un grito poco masculino.

Andrés se agarró a reír demasiado. — Bueno sigamos con la competencia.

Después de unos segundos, los siete se estaban peleando por la pelota, la gorra que traía Emilio cayó al agua en el acto.

— Ay, mi gorra. — Eso distrajo a todos, Joaco aprovechó eso para tomar la pelota, salió corriendo pero resbaló.

Leo la tomó, con la ayuda de Emilio, y por fin llegó a la meta.

— ¡Ganamos!

Leo, Mateo y Emilio, chocaron las manos.