Mi destinado Omega [✔] © # [Adaptación]

🍆6 ~ ¿Nuestro omega?🍆

(3/?)

POV. EMILIO

— Maldito seas, estúpido, estúpido omega.

Controle mis impulsos de romper o golpear algo, fui inmediatamente ha la recepción para salir de ahí, y poder calmarme.

— Buen día, me podría dar la cuenta hasta los días calculados de Joaco

— Claro hasta aproximadamente el tiempo que se tiene planeado tener al paciente en terapia y piso un mes, al día son 600 en total son 18 000.

Bien tengo ese dinero.

— El precio de la cirugía fue de cuarenta y cinco mil... en total son cincuenta y tres mil pesos.

— Gracias, ¿el dinero se puede dar efectivo?

— Si solo necesito que me firme unos documentos.

— Bueno, vuelvo en un rato, gracias.

Salí de ahí lo más rápido que pude, pare un taxi fuera del hospital, dándole las indicaciones para dirigirnos a la universidad.

A esta hora deben estar almorzando aún.

Llegamos rápido, pagué el taxi y me adentre a la universidad por detrás, evitando que los guardias me vieran.

Camine al patio para ir con Alexander y Roy.

El patio de un momento a otro paso ha estar en total silencio.

— Emilio ¿qué haces aquí?

— Yo pues...

— ¡Emilio Marcos!

— Después les digo. — Apenas me di vuelta y el tormento de mi vida ya estaba delante mío.

Caminé atravesando el patio ignorándolo y subiendo escaleras arriba, ha mi dormitorio.

Camine rápido, al llegar cerré la puerta en la cara de Lucas.

— ¡Abre la puerta quiero una explicación de porque ayudaste ha ese tal Joaco!

Tomé mi mochila, saque mis libros, de mi cajón saque mis botes llenos de billetes, los he ahorrado desde que tengo memoria, claro por eso me daba mis lujos, pero ahora eso cambiaría, por la culpa de ese omega.

Los conté en total eran 62 000 me sobraban 9000, me dolía dejar mi dinero pero estoy 100% seguro de que, el estúpido omega no tiene ni para comprarse un chicle, bueno yo tampoco, pero tengo estos ahorros. 

Metí los cincuenta y tres mil pesos ha mi mochila, abrí la puerta, dejándome ver a un Lucas rojo del coraje. — ¿A dónde vas?

— No es asunto tuyo.

— Vas a ir a ver ha ese puto arrastrado ¿no?, es un maldita puta, que solo me quito, lo que era mío.

— Por eso lo odio, por que... no es un puto arrastrado como tú, por ejemplo

— Ahora lo defiendes, no lo entiendes, me quito algo que era mío, solo mío, luché por acercarme a ti, ¡más de 8 meses!, y el llega y en 2 semanas, te quita de mi lado.