🍆17 ~ Me gustas Joaco🍆

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Sus labios se rosaban con lentitud y deseó, Emilio puso una de sus manos en el cuello de Joaquin, acariciándolo lentamente.

El castaño coloco sus manos en la espalda del mayor.

Al separarse del beso dejaron sus frentes juntas, sus ojos se vieron con un brillo, Emilio acarició el pecho del menor, volviendo a unir sus labios en un húmedo beso.

— Puedo sentir los latidos de tu corazón...

— ¿A si?, ¿eso es bueno?

— No para ti, supongo...

Emilio volteó a Joaquin, haciendo que su trasero pegara con su hombría, la cual empezaba a notarse sobre la delgada tela de su pants. Afirmó sus manos en la cintura del omega.

— ¿Qué haces?

— Lo que he soñado desde hace un mes.

— ¿Qué soñaste?

— ¿De verdad quieres qué te lo diga? — Joaquin sonrió, tal vez no tenía muy bien su juicio en ese momento, pero decidió que le valía un pepino, por primera vez en su vida, dejaría su caparazón.

— ¿Era algo parecido a esto?

Joaco comenzó a mover su trasero de adelanté hacía atrás, restregándose en el miembro del mayor.

— No, esto es mil veces mejor.

Joaquin soltó pequeños jadeos, Emilio hizo que pegara todo su cuerpo a su pecho, no había ni un milímetro de distancia. El castaño puso una mano detrás de su nuca para el equilibrio, pero haciéndolo ver más sexy.

Podía sentir el grande y duro miembro de Emilio entre sus nalgas. Mientras más movía sus caderas era más el contacto, sus pechos subían y bajaban.

Emilio puso su barbilla en el hombro de Joaco, impulsando su pelvis hacía adelante, sacándole un pequeño gemido a Joaquin.
El mayor observó el sonrojado rostro del omega, sus labios rojos y húmedos, aguantando los sonidos que querían salir de estos, la forma en que mordía su labio, era tan buena.

Emilio y Joaquin combinaron sus movimientos, las caderas del castaño parecían una ola, que era azotada por las embestidas del mayor.

Emilio se separó un poco, viendo cómo su hombría se marcaba y pegaba en el trasero de Joaquin, podía correrse solo con eso.

— Joaco... eres hermoso...

Emilio olfateaba el cuello del menor, y sus feromonas de excitación.

— Déjame probar nuevamente tu blanca piel.

Joaquin sentía que el caliente aliento del mayor en su cuello le quemaba, de verdad dejaría que el alfa probara su piel, el nunca pensó en tener a alguien que lo hiciera dudar en decir, no, pero porque dudaba.

— Hazlo...

Emilio beso con pasión su cuello, dejando una marca en éste.
Joaquín volteó a ver a Emilio, primero ambos miraron a sus labios, y luego a sus ojos, ambos unieron sus lenguas, Emilio presionó el miembro de Joaco, quien ahogó un gemido en la boca del menor.

Joaquin se separó de Emilio yendo a su cama.

Se sentó en ella, abriendo sus piernas, indicándole a Emilio que se pusiera entre ellas.

El alfa lo hizo, pegó su espalda en el pecho de Joaco, quien dio una mordida en su lóbulo.

Joaco acarició su abdomen sobre su delgada camisa de dormir, hasta descender a su pelvis, para finalmente meter su mano en el pants del mayor, frotando su húmeda erección por sobre la tela del bóxer.

Mi destinado Omega [✔] © # [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora