Yuuji estudiante de Hechiceria quien se relaciona con su maestro de manera íntima se lleva una gran sorpresa al enterarse de varios secretos en su vida, uno de ellos... esta embarazado, ¿Cómo afrontarlo? ¿Cómo decirle a su sensei? y lo mas important...
No había salido nada bien la conversación que inicio con Yuuji, tampoco es que le haya sacado mayor información solo pudo confirmar lo que ya sabía, él no estaba bien, pero la pregunta era ¿Por qué? No quería creer que era por culpa del maldito demonio que tenia en su interior, será que ¿Haber comido tantos dedos le estaba pasando factura a su cuerpo?, esperaba que no, no soportaría verlo morir de nuevo, ya lol vivió una vez y no era agradable imaginar que pudiera pasar de nuevo.
- ¿Cómo te fue? - pregunto Gojou-sensei desde la sombra del árbol en la que reposaba - asumiendo que vienes solo, no muy bien.
- ¿Eh? - pero si él había partido de primeras, ¿acaso se enojó tanto? - Pensé que ya estaba aquí.
-No, no está - hablo esta vez la peli castaña con la mirada de preocupación.
Algo no estaba bien, por muy molesto que estuviera el nunca se salta una misión y casi siempre era uno de los primeros en llegar a las misiones normalmente era el sensei el ultimo que llegaba, no estaba notando algo, puede que no comiera mucho y estuviera perdido en sus pensamientos la mayoría del tiempo pero hoy estaba distinto, parecía con dolor - sensei si sucede lo que estoy pensando - no había pruebas de ellos pero las dudas de que estaba sucediendo estaban a flote y lo mejor era no arriesgarse.
Sin decir nada Gojou-sensei empezó a caminar en dirección a los dormitorios, no quería ser tan evidente pero en este punto ya no encontraba que hacer, no quería presionar a Yuuji por qué parecía un tema personal, a diferente de Megumi el confiaba cien por ciento en su chico y sabía que si sucedía algo respecto a Sakuna se lo diría, por qué antes todo Yuuji ponía el bienestar de todos antes del suyo... Eso solo quería decir que era otra cosa que estaban sucediendo, algo que solo le afectaba a él. Al principio quería darle su tiempo, nunca habían hablado de lo que eran o mejor dicho nunca pusieron un nombre a ellos, se gustaban, su química era buena y ni hablar de su cuerpo pero eso no lo hacía sentir con derecho de exigirle saber que estaba sucediendo. Sin embargo no pasaría esto por alto, sería un apoyo hasta que él tuviera la seguridad de confirmar.
-Yuuji ¡¿Dónde estás?! - ¿Por qué la puerta estaba abierta?
-Aquí estúpido maestro - oyó a Sakuna desde el baño donde se acercó rápidamente y casi se tira al suelo por el peli rosado.
-¿Qué pasó aquí? - confirmo que estuviera respirando y su pulso.
-Esta bien, ya lo estabilice - hablo nuevamente Sakuna desde su mejilla. Se sorprendió que el chico se hubiera desplomado y más aún que el pudiera seguir apareciendo en su cuerpo pero que no pudiera tomar el control.
-¿Qué le pasó? - lo alzó en brazos hasta llevarlo a la cama para terminar de chequear. Quitó su chamarra al sentirla manchada de sangre y desabrochó sus pantalones para confirmar de dónde venía la hemorragia.
-Tranquilo no te tienes que preocupar la hemorragia paro - dijo con calma mientras hacía aparecer si ojo - lo mejor es que llames a ese curandero que tiene, necesita líquidos o se puede deshidratar más.
¿Hemorragia? De que carajos estaba hablando este maldito demonio, efectivamente se notaba que no estaba sangrando pero ¿por qué lo hizo antes? No entendía que estaba pasando y que Sakuna estuviera hablando sin aparecer por completo no le aclaraba mucho la situación.
-¿Qué pasó? - volvió a preguntar con un toque de enojo en su voz - si fuiste tú, me aseguraré de destrozar tu dominio y exorciza...
-Cálmate viejo, si no te has dado cuenta no me conviene que el mocoso muera - tenía razón - hasta ahora el es el único de soportar mi poder además no creo que me corresponda decir algo...
-No me hagas repetirlo - necesitaba respuesta y si era necesario entrar al dominio de sakuna o llevarlo al suyo lo haría, solo quería saber que le pasaba a Yuuji.
-Ya, ya - suspiro cansado al ver que se quería quitar su venda, lo que menos le convenía era una pelea cuando no tenía todo su poder y menos con su huésped medio muerto - como decirlo, el mocoso está esperando un engendro tuyo.
********************* Holi, aquí la tercera parte, no espero que sea muy larga la historia pero espero que les guste.
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