Piropos para Endeavor [BNHA] Terminada.

99 // Especial final 1/2 (+18)

✨ Avisos: +18 - lenguaje explicito - fetiches.

✨ No me hago cargo de las consecuencias 😈🤙

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— Enji-chan~... —Estaba sola la casa de tu pareja, solo ustedes dos. Lo llamaste desde su habitación, este se encontraba en el baño desde hace más de treinta minutos. — Venga~, no seas tímido, te quedará bien. —Agarraste unas de las famosas bombas de humo que siempre tenías contigo, la hiciste explotar y la magia de tu quirk se activó.

No era como si necesitaras ese objeto si o si para transformarte, sino lo hacías por cuestión estética. Te parece muy incómodo transformarte de un ser a otro completamente distinto porque sentías que estabas cambiandote frente a los demás, aparte, que es demasiado desagradable de ver, hasta para tí.

Sentiste una puerta abrirse, la miraste espectante, estabas en tu versión hombre, actualizada y lista para usar.

— ¿P-por qué me haces ponerme esto? —Preguntó completamente rojo, era un traje de sirvienta, o maid para los otakus marranos. La falda era bastante corta, la parte de arriba dejaba mucho que mostrar de su pecho, medias de rejilla, tacones medianamente altos color negro, y unas orejas de gato como accesorio para la cabeza, junto al sombrero.

— Por que te ves sexy, aparte que yo sé cómo satisfacerte. —No diste rodeos, haciéndole una seña con el dedo para que se acerque. Enji se dió cuenta que tú también estabas vestido.

Tenías un traje formal, color negro, sin abotonar tanto chaqueta como la camisa, la corbata estaba sin anudar, pero tenías bastantes objetos a tu lado opuesto.

Él se acercó a la cama, creaste otros dos brazos para poder repartir mejor las tareas. Cuando se sentó lo tomaste de la cintura, tomándolo y con un solo brazo lo pusiste abajo tuyo, lo superabas por cinco centímetros, así que no tenían mucha diferencia, pero para tí era suficiente. Lo tomaste por las muñecas y lo pusiste encima de su cabeza.

— ¿Sa-sabes lo que estás haciendo? —Preguntó, mientras miraba atento a tus movimientos, eran lentos y calientes a la vez. Te pusiste en medio de sus piernas, los brazos del centro tomaron su cintura, mientras que los inferiores quitaban de forma lenta sus tacos y medias.

— Lo haré tan bien que no te acordarás ni de tu nombre. —Tu voz era la más gruesa y natural que tenías, comenzando a besar los labios al mayor.

— Mhg... —Lo roces en los labios era mucho más fuerte de los demás besos que tuvieron, salvaje, caliente, posesivo. Sintió como su pene ya tenía una erección, Enji sintio esa necesidad que se la chupes, pero parecía que no prestabas atención a eso.