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POV Obanai

Me desperté adolorido en la celda, tenía varias vendas mal puestas como si alguien quería curarme pero de mala gana.

Tomo una de las vendas que cubrían mi boca y trate de ajustarla bien, ignorando el dolor que me causaba al tratar de poner el vendaje sobre la herida.

Cuando por fin logre poner en orden las vendas me di cuenta que Kaburamaru me veía desde una esquina de la gaula.

Cuando vio que capto mi atención salió por un pequeño hueco que la madera de alrededor estaba húmeda.

Me acerqué rápidamente al sitio y rasque un poco la sona, efectivamente la madera se desaciá fácilmente, así que no tarde en hacer un hueco lo suficiente grande para salir yo.

Ya fuera me esperaba Kaburamaru quien se henrrollo en mi cuello.

Después de mirar que no allá nadie corrí a un lugar indefinido, aparte del pensamiento de huir de ese sitio, otro estaba en mi cabeza.

—lo siento ____— dije a la nada, no quería dejarla sola pero tampoco quería morir como un sacrificio.

POV ____

Pasaron unas horas para que se escuchara un revuelo afuera, curiosa fui a escuchar que estaba pasando.

—es una realidad, se escapo— dijo enojada mi madre.

—y sé quién fue el que lo ayudo— dijo, en eso se podía escuchar unos pasos venir asía mi.

Me aparté rápidamente de la puerta, la cual fue hasotadá con fuerza, asiendo ver a mamá con otras mujeres del clan.

—¡maldita escoria ven aquí!— dijo mamá tomandomé del cabello.

—¡¡Yo n-no hice nada!!— dije débil por el dolor que me causaba el agarre de mi pelo.

—¡Ja como no, eres la única aquí que se atrevería a romper las reglas por el!— dijo ya con una vena marcada en la frente.

No importa cuanto le diga que nisiquíera sabía lo que pasaba, ella solo decía que yo estaba mintiendo.

Mi tía corrió asía mamá con preocupación en el rostro, algo muy malo pasó ahora.

—nuestra señora esta muy enojada— dijo lo que a mamá le provocó nervios.

—d-dile que muy p-pronto lo encontraremos— dijo con algo de miedo.

Mi tía negó con pesar, seguramente la demonio no quería más incompetencia.

—n-no creo que escuche— dijo con escalofríos.

Mamá se giró asía mi y depósito una fuerte cachetada en mi rostro, ahora parecía furiosa.

—todo es tu culpa y de ese estúpido niño, debí matarlos a los dos cuando tuve la oportunidad— grito sarandeándome tomándome del pelo.

Unos gritos se empezaban a oir desde el tempo de la demonio, mamá me soltó y corrió a la dirección de los gritos, seguida de mi tía.

Yo solo me quede paralizada por el medo y el dolor.

Nisiquíera me moví cuando vi salir del templo a unas mujeres ensangrantadas, ¡DIOS! ¡Algunas asta le faltaban partes del cuerpo!.

En eso sentí una mano en mi hombro, reaccione con miedo pero rápidamente los ojos de papá parecieron en mi campo de visión.

—l-lo lamentó tanto pequeña, y-yo jamas tuve que dejar que esa mujer les pusiera un dedo en sima a ustedes dos— dijo llorando.

¿Por qué? Me pregunte con angustia ¿Porque tubo que pasar tantos años? Era el tipo de hombre que reconoce sus errores cuando ya es demasiado tarde.

—vamos, t-tal ves podremos encontrar a Obanai y nos iremos los tres juntos de aquí— dijo con una sonrisa triste.

Es como si estuviera ignorandó lo evidente, papá me galo para empezar a correr.

¿El... En serio pretendía que Obanai lo perdonara? ¿Después de todo? Empecé a llorar, aun si pasaba eso ¿Como pretendía sanar todas las heridas mentales y físicas que por su culpa Nii San tiene?.

De repente papá paro, enfrente de nosotros se erguía la mujer serpiente, rápidamente el me puso a su espalda.

La hermana de Obanai (Kimetsu no Yaiba y lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora