Volví la mirada hacia la puerta mientras cruzaba las piernas, comenzaba a sentir calor, habían demasiadas personas en ese lugar, y después de todo había pasado dos años en un convento, donde todos eran muy "ocupados" y por esa razón siempre los corredores y habitaciones comunes estaban solas y calladas, a menos que fueran usadas para follar. Por la puerta entro un joven de cabello negro y ropa elegante, casi parecida a la que llevaría un mayordomo; pero eso no era lo llamativo, sino el hecho de que ocultaba su rostro bajo un antifaz que solo exponía la zona inferior de su rostro. Lo admito, me quedé hipnotizada con el joven, ni siquiera sabía en qué momento me había perdido en su apariencia, nunca había visto nada igual a lo que el representaba.
- Me gusta
Sonreí discretamente y me volví a la barra. Termine mi trago y puse el vacío cristal sobre la barra, aunque volvía la mirada clavadolo en aquel hombre, cuya apariencia realmente me había captado en todos los sentidos. El mismo comenzó a caminar hacia la barra, sentándose justamente a mi lado, curioso, pues habían más lugares disponibles. El barman se acercó rápidamente a la barra, parecía ser un hombre conocido por esta zona, al menos por el barman.
-Lo de siempre
-Marchando
Nunca olvidare esa voz que me paralizó, me arranco la respiración y me hizo removerme. Una voz fuerte, con decisión, ronca; pero tan carente de emociones. El chico se marchó rápido para preparar el trago del hombre que volví a ver discretamente, era más atractivo de cerca, y me llevaba a preguntarme que había bajo esa máscara que le daba aires de misterio. Tenía un curioso olor, un perfume que hasta el momento me parecía conocido, pero no lograba recordar de dónde; aunque al ver sus ojos no importó mucho, más bien me moleste conmigo misma por no recordar donde había visto antes esos ojos azules medio violáceos.
No podía apartar la mirada de el, todo de este hombre me era tan conocido, pero a su vez tan extraño. Eso me lleva a pensar, ¿Acaso lo conoceré de un sueño?. No lo sé, pero no pienso dejar que como mismo vino se vaya. Me sentía tan extraña, como una tonta inexperta que acababa de caer ante su cazador. Preguntas comenzaron a asaltar mi cabeza a pesar de las ya presentes. ¿En qué momento me había sonrojado tanto?. ¿Por qué no decía nada?. ¿Acaso había olvidado mis trucos para ligar?. No lo se, me siento inútil, solo se que en este momento todo se me había reducido a un vago recuerdo, y quedaba presente el dibujo del enmascarado rostro en mi cabeza.-Ah, ya lo tengo
Vi su mirada cambiar su posición, tenía intenciones de mirarme pero lo evitó, sin embargo, mi rostro apuntaba hacia el frente pero la mirada hacia el.
- "Ángel o demonio", ¿No?
Enmarcó una sonrisa divertida
-Veo que si
Coloque la copa entre mis dedos y la lleve al frente de mi en la barra.
-Un poco agitado, ¿No cree?
Había que cambiar de tema, si no respondía al primero, al menos no con palabras, debía sacárselas de algún modo
-Lo normal.
Y ahí hizo su primera pausa, típico.
-¿Primera vez aquí?. No me suena su rostro.
Hablaba de mi rostro pero no me miraba, era extraño. Pronto vino el barman, dejó su trago y regreso a su trabajo, el enmascarado tomo el vaso de vodka y bebió un poco, relamiendo sus labios con picardía, a lo que me sonreí.
-Si
Cruce las piernas nuevamente y coloque un brazo en la barra, para recalcar mi barbilla en este.
ESTÁS LEYENDO
𝓔𝓵 𝓭𝓲𝓪𝓻𝓲𝓸 𝓭𝓮 𝓛𝓪𝓭𝔂 𝓕𝓸𝔁 ~ 𝓜𝓾𝓳𝓮𝓻 𝓔𝓻𝓸𝓽𝓲𝓬𝓪 ~
RandomSolté lentamente el pomo de la puerta y comencé a alejarme, me dirigía a mi habitación pasando por el extenso pasillo del monasterio. Cada paso era un gemido diferente, una mujer gritando, algún que otro grillete sonando. Siempre había atrapado a to...