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Capítulo 11 La telaraña de la naturaleza

" Me temo que todavía me cuesta creer la mitad de lo que ha salido de tu boca hoy".

Harry sonrió cálidamente, metiendo las manos en los bolsillos de sus pantalones mientras caminaban.

Tanto Regulus como ella habían estado hablando durante la última hora, y había sido capaz de darle la vuelta a la historia a su gusto después de un montón de palabras cuidadosas. Los dos caminaban por un camino sinuoso y desgastado que los alejaba de la ciudad y, lo más importante, hacia una pequeña choza en las afueras. Regulus, con una mano enrollada cuidadosamente alrededor de su varita, la estaba mirando desde el rabillo de sus ojos grises entrecerrados, con el ceño fruncido aún en los labios.

" ¿ De qué otra manera podría, podríamos, haber sabido sobre los Horrocruxes?" ¿Y no era esa una de las cartas más importantes para jugar? Regulus lo había sabido, lo había descubierto por sí mismo, por lo que no había forma de que pudiera negar su historia debido a esa información. Actualmente, Harry los estaba guiando a los dos hacia la cabaña Gaunt. Ofrecería una prueba detrás de su historia si le presentara a Regulus otro Horrocrux, aunque no podría destruirlo hasta que tomara posesión de algo más de veneno de basilisco. Había aprendido la lección sobre quemar el anillo en su segunda vida, algo que Death no había estado muy feliz de reemplazar. Y el veneno tendría que esperar hasta el próximo año escolar, por desafortunado que fuera.

Pasando una mano por su cabello revuelto, Regulus Black dejó escapar un suspiro antes de poner los ojos en blanco y sacar el frasco que había traído con él. Kreacher había tenido la amabilidad de empacarlos para su expedición, y cuando el sol se ponía por el oeste, los dos se detuvieron para tomar un refrigerio rápido. Eran cerca de las nueve y media de la noche, y los dos se habían ido después de su larga charla después de la cena. Kreacher los había enviado a ambos con un frasco de jugo de calabaza a cada uno, mientras que Kooky había hecho una especie de barra energética. Harry no estaba muy seguro de qué era, pero ciertamente funcionó. Se sentía bastante enérgica, su magia fluía a través de sus extremidades a un ritmo mucho más suave que hace un minuto.

" Vamos, terminemos con esto y busquemos ese anillo."

"¡¿Quieres decir que en realidad estás cortejando a esa princesa noruega ?! ¡¿Pensé que estabas bromeando ?!"

Al levantar la vista de su libro al oír la voz medio horrorizada y medio atemorizada de su padrino, Harriet Potter inclinó la cabeza ligeramente hacia un lado y arqueó una ceja. Sin duda había sido un verano lleno de acontecimientos hasta ahora. Justo el día anterior habían estado visitando la reserva de dragones en la que trabajaba Charlie Weasley, y le habían ofrecido a Tom un trabajo de medio tiempo en verano si se tomaba un tiempo de su ajetreada vida para venir a visitarlos. Por supuesto, Tom los rechazó, como si eso fuera un shock, pero no fue una sorpresa que le ofrecieran el trabajo. Cuando todos los dragones se habían convertido en poco más que gatitos de gran tamaño cuando él estaba cerca, no era de extrañar que estuvieran desesperados por tenerlo de vuelta. Esa pobre gente, pensando que podrían atraer a Tom para que calmara un poco a los dragones.

Hoy, sin embargo, hoy era el comienzo de su aventura de tres semanas en busca de la Atlántida, y lo pasarían en las Bahamas. Sin embargo, como sucedió, mientras Sirius había sido inflexible en traer a Remus con ellos -porque él había sido el cerebro detrás de los Merodeadores antes- Regulus les había informado que llevaría a la joven a la que había estado cortejando. Y había sido completamente sincero con Sirius al comienzo del verano, sobre cómo se había puesto en camino para liberar a una hermosa princesa de un dragón. Incluso si el dragón que la custodiaba celosamente era su padre.

Anthea Fornes fue la cuarta hija de sangre pura de la familia Fornes, que fue la respuesta de Noruega a la familia Black. Eran la familia de sangre pura más antigua allí, y Harry admitiría que estaba un poco sorprendida por eso. Por otra parte, solo porque Regulus había denunciado a Voldemort, eso no significaba que todavía no creyera en la superioridad de sangre pura. A Tom le gustaba la sangre, pero era Gellert con quien Harry estaba de acuerdo. Se trataba de poder mágico, eso es lo que te hacía mejor que otra persona mágica. No había ningún vínculo entre la sangre y la habilidad mágica, y los dos lo iban a demostrar. Tenían tiempo para un pequeño proyecto paralelo, de eso Harry estaba bastante seguro. Pero por ahora, su expedición de siete estaba lista para partir.