¡Ya es viernes! Y hemos decidido quedar todo el grupo para ir a dar un paseo por la capital y cenar por allí. Comienza la segunda clase después del recreo, matemáticas.
Me siento con Rafa en la segunda fila y sacamos el libro sin decir nada. Después de lo que paso el miércoles no me ha querido contar que fue lo que hablo con el directo, eso me molesta muchísimo porque me gustaría saberlo, todo fue por mi culpa. El solo quiso defenderme. Lo único que se es que cuando terminan las clases se tiene que quedar a hacer no sé el qué.
Apoyo la cabeza en la mano y abro el libro por la pagina. La profesora se pone a hablar y a escribir cosas en la pizarra, pero yo sigo ensimismada hasta que llaman a la puerta y entra Cristian.
-Me han pedido que venga a por Valentina Palacios.- Me quedo mirándole, ¿Qué hace aquí?
-Claro. Valentina recoge tus cosas, puedes irte. De todas formas estabas haciendo bastante poco.- Dice la profesora. Meto el libro en la mochila y me la cuelgo a un hombro preguntándome todavía, quién y para qué me llamaran.
Salimos al pasillo y emprendemos el camino en silencio.
-¿Qué tal estas?
-Bien.- Digo simplemente.
-Me alegro. No te preocupes de nada, solo quiere verte el director para hablar unas cosas contigo.
-Supongo que referido a lo que paso el otro día.
-Si.- Llegamos y me abre la puerta para dejar que pase delante.
-Pasa Valentina.- Dice el director Morrillo.- Siéntate.- La puerta se cierra y nos quedamos solos el y yo. Intimida bastante, y todavía sigo preguntándome que es eso de lo que quiere hablarme.
-Te he hecho llamar para hablar contigo sobre tu compañero el señor Vidal.- hace una pausa para mirarme por encima de sus gafas y cuando asiento me pregunta: ¿Sabes por que te dice esas cosas?
-No, señor, no lo se.
-¿Y ese apodo tan absurdo? ¿Por qué dejas que te lo llame?
Levanto la cara y le miro directamente a los ojos.
-¿Qué yo me dejo? Perdona señor pero si supiera que diciéndole que no me llame así pararía lo hubiera hecho hace tiempo. Y de echo se lo he dicho pero no es que me haga mucho caso.
Asiente despacio y permanecemos unos segundo en silencio manteniendo la mirada el uno en el otro.
-Por lo visto parece que con expulsarle una semana del centro no ha sido suficiente para que aprenda. -¿Entonces le va a echar por mas tiempo? ¿No le va a dejar que vuelva a entrar?- He hablado con sus padres y por lo que me han comentado no sabían que su hijo se comportara así contigo. Me han dicho que van a hablar con el y si no entra en razón harán que le vea un psicólogo ya que no eres la única de la que abusa verbalmente.- Para para que me de tiempo a ingerir lo que me acaba de decir.- también me han dicho que les gustaría hablar contigo, solo si a ti te parece bien, claro.
¿Los padres de la persona que me esta haciendo del instituto un infierno quieren hablar conmigo? ¿Para que? ¿Querran disculparse? ¿Por él?
-Esta bien.
-¿Cuando te vendría bien?
-No se, ¿el lunes después de las clases?
-Vale, lo anoto y lo comento con ellos.- Levanta la vista de la hoja y me mira, parece que no tengo buena cara.- Tus padres podrían estar presentes si quieres.- ¿Se lo habrán contado a mi madre? Espero que no, lo que menos necesita son mas problemas, bastante tiene con tener que cuidar de mi hermano y de mi sola, como para que además le digan que a su hija le hacen bulling. No quiero preocuparla
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Gorda, los príncipes no existen
Teen FictionNOTA DE LA AUTORA Esta es una historia divertida, fácil de leer y posiblemente de auto-ayuda para algunas personas que se identifican con los personajes principales. No me atrevía a escribir nada, pero después de ver la valentía que tenéis todos he...