Ding Dong
-Valentina, ves tu que yo estoy con las manos manchadas
-Voy
-¡¡SORPRESA!!- Gritan mis amigos nada mas abrir la puerta. Están sujetando una pancarta en la que pone "FELICIDADES" en letras enormes y de miles de colores, y alrededor pequeños textos de diferentes letras y tamaños.
De repente veo un destello blanco enorme y despues todo negro.
-¡Joder, vaya flash! ¡Me vais a dejar ciega!
-Deberías haberte visto la cara Valentina. Estas graciosísima.- Dice Rafa, riendo antes de acercarse y darme un beso rodeándo con su brazo mi cuello.
-Como no, tu tenias que sacar la maldita foto.
-Venga chicos pasad, ¿Quereis algo?
-No, gracias Nuria. En cuanto tu querida hija se ponga algo decente nos iremos
-¿Irnos? ¿A dónde Daniela?- Me doy la vuelta para mirarla pues ya se ha colado en mi casa
-Eso es confidencial.- Dice Cris con una sonrisa resplandeciente pasando dentro.
-¡Vamos! Corre, ves a vestirte que sino llegamos tarde.
-¿Pero a donde? ¿Qué me pongo? ¿Va a hacer calor o frio?
-Hay hija, ponte cualquier cosa, unos vaqueros y una camisea de manga corta con una chaqueta y lista.- Contesta Dani
-Vale, esta bien, ahora vuelvo.
Subo las escaleras de dos en dos y entro a la habitación cansadísima por el esfuerzo, abro el armario y cojo lo primero que pillo. Unos vaqueros y una camiseta negra con unos dibujos abstractos de colores fosforitos pero que ya casi no llaman la atención porque esta bastante descolorida, pero aun asi sigue siendo una de mis favoritas. Me visto en tiempo record y cepillo un poco el pelo
Bajo prácticamente corriendo, no se que es lo que tienen preparado pero si hay algo que me gusta muchísimo son las sorpresas inesperadas, como en este caso.
-¡Vamos, que no llegamos!
-Ay, Dani, que ya estoy, eres una caga-leches.
-Pues vamos, todos saliendo ya y yendo a la parada del metro.
Salimos casi corriendo de mi casa, casi no me da tiempo a coger el bolso con el dinero y el móvil.
-Ponle el pañuelo Cris.- Dice Rafa.
Esta se lo quita del cuello y empieza a vendarme los ojos, por mucho que quiera protestar va a ser inútil.
-¡Ay! Rafa, me haces daño
-Lo siento princesa, pero no soy él.
-Bueno, pues Diego, ten mas cuidado, me vas a dormir el brazo de lo fuerte que lo agarras.
-Tranquila, ya hemos llegado.- Me consuela Eric que va al otro lado.
Me quitan el pañuelo de la cara, veo todo blanco, hay mucha luz y hace un calor increíble. Cuando me he acostumbrado, lo primero que veo es un monton de personas colocadas en varias filas, y recorriendo hasta llegar al principio de esta, me encuentro con unas taquillas. Entonces me doy cuenta de donde estoy.
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Gorda, los príncipes no existen
Teen FictionNOTA DE LA AUTORA Esta es una historia divertida, fácil de leer y posiblemente de auto-ayuda para algunas personas que se identifican con los personajes principales. No me atrevía a escribir nada, pero después de ver la valentía que tenéis todos he...