F o U r

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La mañana llego y el día aparentemente estaba más soleado de lo usual.

Las personas sonreían y disfrutaban del hermoso día que los acogía en frescura y calor.

En la cabaña de la rosada se encontraba ella con la boca abierta de la impresión frente a su velador y con la murciélago planchando su sedoso cabello rosado.

No tenía palabras. Su reflejo parecía el de otra persona.

Su tez estaba del color de melón que tenía antes.
Sus bolsas estaban extintas.
Sus brazos se sentían suaves.
Sus labios estaban colorados y resaltados con un labial rojo pasión.
Sus ojos estaban pintados con una sombra rosada oscura. Sus pestañas estaban resaltadas con mascara y el delineador negro complementaba todo.

Su cabello estaba recojido en una cola de caballo alta con una banda elástica con encajes que la adornaba.

Vestía un short blanco con una blusa rosa y una chaqueta color hueso. Y por ultimo unas zapatillas rosas claras con adornos blancos .

Siempre había usado maquillaje simple, con un poco de delineador y brillo labial era suficiente junto con su prenda habitual.

Pero al verse en el espejo no se reconocía a si misma. Definitivamente esa no era Amy rose.

Miro a Rouge y se le abalanzó aun con la plancha caliente en mano chillando de la alegría.

- Gracias Gracias Rouge!- por primera vez mostraba una sonrisa sincera con verdadera felicidad.

- para eso están las amigas amy, pero aun no me gusta la idea de que tengas que ocultarse así..- la otra solo suspiró pesado y rompio el abrazo.

- lo se Rouge, solo que quiero que la situación se calme un poco y pueda contarle al resto- tenía ganas de echarse a llorar. Pero no iba arruinar su día solo por un mal recuerdo. Ademas que el delineador se correría.

Aparto esos pensamientos y se miro al espejo de nuevo.

Las inseguridades volvieron y los murmullos se hicieron presentes.

"Ese atuendo no te va bien"

"¿quien se pone eso?"

"Pareces una ofrecida con ese escote"

Sus labios temblaron y sus manos se fueron a su cuerpo abrazandose a si misma.

Sintio el tacto de un guante en su hombro derecho y miro a la albina con una sonrisa ladina que le transmitía seguridad y confianza.
Suspiró con fuerza y con los nervios en todo el cuerpo miró su reflejo y tratando de darse ánimos, tomo su cartera y se paró frente al espejo con una sonrisa satisfactoria.

- gracias Rouge...no se que hubiera hecho sin ti- formo otro abrazo y la oji-azul correspondió con una sonrisa, las dos partieron de la casa y se dirigieron a la ciudad.



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Sentía su cuerpo relajado mientras se recostaba en una de las paredes del taller. Sentía que su corazón se inflaba como un globo  mientras tarareaba una canción improvisada que se le ocurrió en ese momento.

Se sentía mas ligero que nunca, ¿porque?, ni el mismo lo sabía pero le agradaba esa sensación.

Su mente divagaba entre diferentes cosas. Y una de ellas era la peli rosa.

Extrañamente pensar en ella desencadenaba emociones placenteras en el. No lo asustaban, es mas, le agradaban.

Podría ser por distintas razones diferentes, quien sabe, incluso podría gustarle, pero el tiempo definiría eso. Por ahora solo quería pasarla bien a su lado y ver que cosas traería el destino para el y ella.

H A T E R SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora