Travesuras y pecados.

Tú me arruinaste.

CAPÍTULO 3

<< Yo lo arruine contigo... Pero tu me arruinaste...>>

Mientras terminaba de escribir todo lo que pasó en mi diario, sentí un peso en el pecho y mis ojos se pusieron vidriosos. Todos los recuerdos estaban en mi cabeza otra vez, mi corazón latió rápido de forma de fea.

¿Estas bien? Preguntó Louis.

Quedé paralizado, mi mente había  divagando tanto en los recuerdos que olvidé que él protagonista de todo estaba aquí, en mi habitación.
Todo está bien le respondí. - No es cierto, todo está mal. Tú no deberías estar aquí -

Me levanté de la cama y me dirigí rápidamente a la cocina por un vaso de agua, cuando regrese abrí el cajón de mi escritorio, el cual estaba bajo llave, saqué dos pastillas y me las tome lo más rápido que pude.

¿Estas enfermo? preguntó otra vez.

Yo solo cerré los ojos unos segundos y no le di respuesta alguna. Apague las luces y  espere a que las píldoras hagan efecto. Tal vez me ayuden también a olvidar como él me dejó.

Al día siguiente desperté, teniendo borroso todo lo que había sucedido me quedé mirando al techo mientras entraba en razón. De pronto voltee y vi a Louis dormir a un lado de mi habitación en la otra cama.  - Mierda no fué un sueño-

Lo quedé mirando, había cambiado tanto, pese a ello aún conservaba varios rasgos de cuando era niño. Aún dormía de la misma forma con la almohada aplastando su cara y su mejilla, su boca entreabierta y sus lacios cabellos desordenados. Esto se sentía como una especie de dejavu, pero a la vez lo podía ver tan lejano.

Era como si todo lo que pasamos hubiese sido hace mil años. Definitivamente con Louis aquí la casi inexistente estabilidad emocional que me quedaba se iría al carajo.

Traté de hacer caso omiso a mis pensamientos y fui a darme una ducha antes de que se me haga tarde para ir a la escuela. Cuando salí de bañarme, solo llevaba una toalla blanca en mi cintura y otra en la mano mientras secaba mis rizos apresuradamente, él estaba sentado en la cama. Ambos nos quedamos mirándo unos segundos hasta que él se levantó velozmente de su cama y salió de escena. Tal como hace años salió corriendo de la ducha aquel día. Eso fue muy extraño.

Terminé de alistarme y salí para desayunar. Cariño ya debo irme al trabajo les he dejado, huevos y tocino, en la barra y ahí hay una canasta de pan de centeno y él café está aún caliente.

Ay mami, no debes preocuparte por esas cosas ya te he dicho que yo me puedo preparar todo, le respondí. Pero tenemos invitados hijo no lo olvides me dijo y me dio un beso en la frente.

Jay salió rápido de su habitación muy bien vestida tratando de arreglar su cabello, Louis hijo tengo buenas noticias ¡Anne me consiguió una entrevista en la empresa donde trabaja, crucemos los dedos! Por favor ve a la academia y no te saltes las clases. ¡Nos vemos!

Luego me miró a mi y me agarró el hombro amistosamente. ¡Nos vemos Harry! ¡Qué guapo que estas! Seguido a eso también salió.

Louis se quedó sorprendido, pero yo aún más ya que al parecer cuando llegara del colegio estaría lo que resta del día con él - Lo último que faltaba-  pensé.

Procedí a desayunar, él estaba sentado sentado en la barra de la cocina, así que yo me dirigi a la mesa para no comer junto a él. 

Sorprendentemente Louis vino y se sentó a la mesa también. Yo solo lo mire de mala gana y me puse a buscar cualquier cosa en mi celular para que mis ojos no se vuelvan a cruzar con los suyos.