Te invito a embarcarte en este increíble viaje juntos❤️.Donde tendrás a tu imaginación como guía y la combinación de mis palabras como un tren que va a toda velocidad a un mundo infinito de posibilidades.
cabe destacar que el siguiente animal o ser descripto en el siguiente texto es real, avistado sobre todo en argentina al igual que la foto de portada.
La descripción del ser varia según la persona ya que algunos dicen que es como una mula con cabeza de mujer y otros como un perro con cabeza de mujer (u hombre). Esta transformación ocurre cuando una persona mantiene relaciones inmorales con parientes cercanos.
Yo personalmente lo vi y es como lo describo en el siguiente texto.
Las noches de verano en mi casa siempre fueron hermosas, brisa suave, temperatura moderada y claro no podía faltar el abuelo quien a la luz de la luna y con brillantes estrellas, me contaba sus más tétricas historias, unas vividas por él y otras por sus padres o abuelos.
Esa noche estábamos ahí fuera de casa, sentados en una piedra debajo del gran roble coposo. Las lechuzas chucheaban y los gallos daban su último quiquiriquí de media noche.
"Hace tiempo" comenzó "yo y tu tío German salimos a cazar liebres en la oscuridad de la noche, él llevaba una linterna con luz cegadora y yo la escopeta, era viernes y en ese tiempo cazar era vital, si no cazabas no comías al día siguiente. Caminamos un trecho largo abriéndonos paso entre la maleza del monte, el ya se sentía desfallecer hasta que por fin encontramos una liebre que había dejado su madriguera en busca de hierba fresca aprovechando la oscuridad, a la distancia me acomode para disparar y falle, pero ella no se inmuto estaba aterrada así que recargue y esta vez le di, entonces mande a German a que la trajera y de repente..."
"Don Horacio basta de cuentos sin sentido va a asustar al muchacho" interrumpió doña Carmen "además su esposa lo manda a llamar y tu jovencito es hora de volver con tu mamá" sentencio
Honestamente siempre me dio bastante miedo doña Carmen, ella tenía la piel pálida, tez arrugada, un ojo ciego que estaba siempre en blanco casi gris y un gran lunar como verruga en la parte del rostro donde se marcaba su línea de expresión y cuando sonreía el lunar junto a su sonrisa y su penetrante ojo en blanco era algo tétrico, te daba escalofríos con tan solo verlos, aunque claro le comente eso a mi abuelo hace unos días y me dijo que tenía prohibido burlarme de las personas mayores, pero no ¡me estaba burlando!, ¿acaso yo era el único que se sentía tan atemorizado tan solo verla?.
Doña Carmen era la vecina de mis abuelos pero a veces prácticamente vivía en nuestra casa ya que venía a hacerle compañía a la abuela, eran mejores amigas. Se conocieron en la primaria en una escuela rural desde entonces han sido técnicamente inseparables.
Esa noche cuando dieron las 3 am y la luna llena brillaba con claridad, pensaba en lo que no pude terminar de escuchar, el final del cuento del abuelo. Daba vueltas y vueltas en mi cama junto a la ventana tratando de pensar en como terminara, las historias del abuelo siempre tienen un final inesperado así que quizás pudo aparecer un oso pensé sarcástico. Repentinamente vi como la luz de la luna era opacada por una silueta, me gire y entonces la vi y su tez arrugada, su sobresaliente lunar y su ojo gris me veían desde el ventanal de vidrio, dudando me pare con la intención de preguntarle si se le ofrecía algo, observe, estaba parada sobre cuatro patas y su cuerpo estaba completamente cubierto de un pelaje negro era como un perro de un metro ochenta aproximadamente, con cabeza de mujer, ¡con la cabeza de doña Carmen! nada puede describir el miedo que tuve o que tan grande se abrieron mis ojos al verla solo recuerdo que me tape la cabeza con la almohada y me dormí casi al amanecer.
A la mañana siguiente las campanas sonaron dando finalmente las ocho, fui a desayunar con mi abuelo tratando de olvidar lo que ayer había vivido convenciéndome a mí mismo que había sido un sueño.
"¿En que piensas muchachito?" pregunto el abuelo tomando un sorbo de su café. "En nada solo me preguntaba como termino la historia de ayer" dije poniéndole mermelada a un pan tostado. "cierto, si resulta que cuando tu tío quiso mover un músculo para recogerla un gran perro con cara de mujer se robó el cuerpo de la liebre alcance a cargar la escopeta nuevamente pero solo herí su ojo derecho y se escapó."
"Llegamos" dijo la abuela con tono alegre entrando hacia adentro dejando ver atrás de ella a doña Carmen dedicándome una sonrisa malévola.
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