"No dejes los juguetes a fuera"

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El caluroso verano se hacía presente en el norte de Argentina y con una brisa leda caliente ponía aprueba a las dos chiquillas que se encontraban bajo el gran ombú amasando barro ya casi por terminar la casita de lodo y palitos que les había llevado toda una tarde construir.

Al llegar la noche una ellas dio aviso a la otra y se fue con su madre que vino por ella ,ambas eran primas y amaban pasar tiempo juntas ya que las risas y los desaciertos nunca faltaban.

-No dejes eso ahí -la voz de su madre la volvió a la realidad- si ya terminaste de jugar derríbala, que de noche el diablo juega con eso.

Si lo había oído muchas veces y le parecía una pena tener que derivarla ¡le había costado toda una tarde en el

Intenso calor!. ¿Y si solo la dejo así? Total mama no está ya aquí y de seguro con lo fatigada que está ya se va a dormir y así lo hizo.

Tiempo después bien entrada la noche se dirigió al patio a recoger unas toallas. El barrio se notaba silencioso y las estrellas brillaban aún más, aprovechó entonces y dio un vistazo a la obra de sus manos que aún estaba intacta, pero entonces lo vio, vio a un niño de aproximadamente unos 8 años con una camisa blanca, un jardinerito azul, zapatos negros brillantes y cabello húmedo bien peinado este se giró y la vio a los ojos pero mientras más lo veía las cuencas de sus ojos parecían huecas y cada vez más negras en sus labios se dibujó una sonrisa alzando la comisura de sus labios. Se quedó helada pensando en lo imprudente que había sido en no creer y cómo escapar de esta situación. De repente unas manos de posan en su hombro y todo su cuerpo se estremece, sudor helado juguetea por su frente, los segundos se hacían años, <se acabó estoy muerta> pensó.

-¿que te pasa? Soy yo te estado llamado.

La voz de su madre quien la ve preocupada, ella quiere contarle todo pero él, el niño ya no está.

Cuentos cortos para irse a dormir.✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora