Una fecha especial

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En los últimos días nuestros héroes habían tenido una agenda demasiado apretada. Entre las tareas diarias, las largas sesiones de estudio y el tema recurrente de las residencias, nuestros héroes apenas tenían tiempo para ellos mismos. Incluso nuestro peliverde preferido se sentía algo agobiado por todos los deberes que se les asignaba en clase.

En la habitación del peliverde (7:00 pm)

Izuku: A ver... (El peliverde tenía una montaña de libros sobre su escritorio) "Halla la ecuación de la elipse que pasa por el punto (2,1) y que es tangente a la recta 2x-3y+12=0" (Dijo el peliverde analizando el problema) Rayos... esto sí que va a ser largo... (Dijo el peliverde suspirando cansado) Suerte que apenas es sábado...

El chico estaba perdido en sus pensamientos hasta que el tono de su celular lo sacó del trance en el que estaba inmerso. El peliverde tomó su celular y notó que el contacto era el de su madre, el pecoso se apresuró a contestar.

En la llamada

Izuku: Hola Mamá. ¿Cómo has estado? (Preguntó el peliverde alegre)

Inko: Hola, hijo. Muy bien, cariño, gracias por preguntar. Disculpa que te haya hablado a esta hora, espero no estar interrumpiéndote

Izuku: Para nada, mamá, estoy libre. Dime que puedo hacer por ti, mamá. (Dijo con un tono amable)

Inko: Tan solo quería preguntarte si crees que tus maestros te darían permiso de salir el día de mañana, Izuku. Estaba pensando en hornear un pastel de chocolate, tu favorito, por ser un día especial. (Dijo la mujer con una sonrisa)

Izuku: ¿Día especial? (Preguntó algo confundido)

Inko: Vamos, Izuku, no estés jugando. ¿No sabes qué fecha es mañana? (Preguntó incrédula)

Izuku: Déjame ver... (El chico volteó hacia su calendario colgado en la pared) Estamos a 14 de Julio... (El peliverde se quedó pensando unos instantes) ¡Mañana es mi cumpleaños! (Dijo el pecoso con algo de sorpresa) Que rápido pasó el tiempo...

*Nota: ¿A ustedes les ha pasado igual? A mí me pasó cuando cumplí años el mes pasado, fue como: "¿Ya solo falta una semana para que cumpla años?" :0

Inko: Ay, Izuku. No puedo creer que estés hablando en serio. Igual de despistado que tu padre (Dijo soltando una pequeña risa)

Izuku: Lo siento, mamá, estos días he tenido tantas cosas en la cabeza que se me había olvidado por completo (Dijo mientras se estiraba un poco) Pero ten por seguro que mañana estaré en casa, no pienso perderme mi preciado pastel de chocolate (Soltando una pequeña risa)

Inko: Perfecto (Dijo la peliverde con un tono alegre) Entonces tendré todo listo para cuando llegues. No quiero quitarte más tu tiempo, así que te dejo en paz, Izuku. Cuídate, cariño, te quiero

Izuku: Muchas gracias, mamá. Yo también te quiero mucho (Dijo el chico mientras esbozaba una sonrisa)

Fin de la llamada

Izuku: Será una larga noche... (Viendo la cantidad de trabajo que tenía por hacer)

El peliverde se pasó las siguientes 4 horas realizando sus deberes pendientes, fue cansado, pero por lo menos tendría el domingo libre para pasarlo con su madre. Era casi media noche por lo que el pecoso se fue a acostar y se quedó dormido enseguida debido al cansancio.

Al día siguiente (Cerca de las 8:00 am)

Un nuevo día había llegado para el país del Sol Naciente. Los primeros rayos de luz del día adornaban al firmamento con bellos tonos color bermellón. El clima era fresco y los pajarillos con su canto llenaban el apacible silencio de la mañana. Una ruidosa alarma empezó a sonar en bucle, señal de que era hora de levantarse.

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