No hubo tiempo de reaccionar... En cuanto llegamos al final de la carrera, nos paramos al frente de la inmensa puerta del Gran Salón. Nunca había notado cuan grande era. Al verla me vinieron a la mente todos los recuerdo que tuve con mis amigos allí. No hubo tiempo de reaccionar...
Sin pensar en lo que estaba haciendo ni en las consecuencias de ello, empujé la puerta con todas mis fuerzas tratando de entrar. Para mi sorpresa, esa puerta es más liviana de los que pensé y se me hizo muy fácil pasar por ella. Escuché como los demás trataron de llamarme, pero ya había entrado al comedor.
Las candelas que iluminaban el salón provocaban cierta calidez en el ambiente y no sé muy bien porqué, pero eso me intoxico y deje de pensar por un momento. Ninguno de nosotros prestó atención a las personas que estaban allí.
- Voy a llorar, Amelliaaa – Dijo Remus en un tono muy bajo.
- ¿Amellia qué te pasa? – La voz de Sirius me saco de mis pensamientos y así preste atención a que el Gran salón no estaba vacío.
- Perdón, no estaba pensando. – Susurré. – Tiene razón los siento. Pero si lo piensan así esto ya lo vivimos, el momento incomodo y las miradas raras, ¿no?
- Estudiantes – Una voz fuerte nos llamo e hizo que todos volviéramos a ver hacia el frente. – Veo que llegan tarde, pero gracias por acompañarnos, por favor siéntense en su respectiva mesa.
Estoy cien por ciento segura de que el profesor Dumbledore supo quienes éramos en el instante que entramos por la puerta, pero como siempre, el profesor estaba a un paso adelante de todos.
Nos volvimos a ver y note en la cara de todos (incluida la mía) el no saber qué hacer. Con las miradas nos pusimos de acuerdo y nos pusimos la capa encima para que no fuera evidente para los demás que éramos las personas que hace algún tiempo interrumpieron la cena. Caminamos lento y nos dirigimos a un pequeño lugar de la mesa de Slytherin que permanecía vacío. Y en ese momento vimos cómo la profesora Mcgonagall se acercaba hacia nosotros.
- Profesora... – Dijo James un poco más alto de lo que debía.
- Shhhhh. Veo que adoptaron todos un nuevo color – Dijo entre risas la profesora viéndonos a todos vestidos de Slytherin.
- Profesora por favor no se burle, que la hemos pasado bastante mal ya. – Peter suspiró al decir esto.
- Por el momento quédense aquí hasta que termine la cena, y luego hablaremos. – Dijo Minnie antes de darse media vuelta y continuar su camino hacia la mesa principal. – Oh y casi lo olvido, quítense las capas, nadie más que nosotros los reconocieron, así que no hay nada que temer. Cuando estaban en mi oficina el profesor Dumbledore les explico a los demás estudiantes que lo que pasó fue nada más un ensayo para un trabajo del ministerio. Tranquilos .– Nos dirigió un guiño y se fue.
