- ¿Entendieron? – Sirius sujetaba el cuello de la camisa del uniforme del patán rubio. Este no contesto y Sirius volvió a repetir la pregunta poniendo un poco más de fuerza.
- Si, si. Ya quedó claro. – El otro chico resopló.
Sirius soltó a Malfoy y le arregló la camisa. – ¿Tu como te llamas? – Le preguntó al chico que yo tenia a la par.
- Nott. Theodore Nott.
- Excelente Nott. Tu si pareces sensato. Por favor, recuérdale a tu amigo que el secreto se queda entre nosotros.
Peter y yo estábamos sentados mientras veíamos cómo los dos chicos le alejaban. No recurrimos a la violencia. Solo les dejamos claro que, si el secreto salía, podían haber grandes consecuencias. Sirius fue brusco para hablar, pero no dijo nada hiriente. El mini Malfoy se puso irritable y fue ahí cuando Sirius agarró su camisa, pero nada más. No quisiera que pensaran que somos unas bestias.
Regresando a la ala de enfermería Peter iba hablando sobre el torneo en el que tenia que participar Amellia. A todos nos tenia muy preocupados ese pequeño detalle. Estábamos caminando cerca de un pasillo con los retratos movientes. Era una de mis partes favoritas del castillo. Se me hacia tan divertido ver cómo las pinturas interactuaban entre ellas.
Mientras iba caminando noté como una sombra se movía. Me detuve a mirar cuál de esas pinturas había sido, y fui perdiendo las voces de mis amigos. Estuve mirando por un rato, pero no había ninguna sombra que se moviera. Me di por vencido y empecé a caminar de nuevo, pero algo me detuvo. Sentí por detrás una mano que me cubría la boca y me pegaba sobre una pared. Que descaro hacerme eso sin mi permiso.
Cuando pude ver quién era me hele.
- Potter... – Susurró cerca de mi oído.
***
PDV DE AMELLIA:
Cuando dormimos, ¿qué pasa en nuestras mentes?
Los sueños siempre fue una cosa que me intrigó mucho. El poder de la mente de poder crear realidades alternas en la que solo existimos nosotros y nuestras proyecciones de ciertas personas. Y la nostalgia de saber que cada una de estas realidades existen solamente por una noche.
Qué increíblemente bello... y solo.
No sé muy bien qué es lo que sueña Remus después de cada luna llena, si es que sueña algo claro. Él nunca habla de eso, y ninguno de nosotros pretende presionarlo. Pero esta vez, ambos en camas de enfermería, lo pude ver. Pude ver cómo los dedos de vez en cuando se movían mientras aun seguía inconsciente. Pude ver cómo sus labios se partían ligeramente y suaves suspiros salían cada tanto. No sé si estaba soñando, pero estaba tranquilo. Nunca lo había notado. Usualmente antes de sus transformaciones nos hace prometerle que no fuéramos a cuidarlo en la enfermería, y yo por primera lo podía ver así.
