Salón Ymir: 01. ✎ . . . ❝ [Confesiones]❞ .ೃ࿐

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—... Así que, como ya te lo he dicho, no me interesas—dijo con las manos posadas en sus caderas mirando con cierto desprecio a la chica enfrente suyo—. No me des otra carta de amor, nunca más.

—... ¿Eh?—fue todo lo que pudo expresar en respuesta ______. No había tenido la oportunidad de siquiera pronunciar una palabra explicando por qué quería entregarle ese sobre rosado decorado tiernamente con corazones de distintos colores—... Lo siento, Ymir. Esto no era para ti.

El rostro de la pecosa se volvió rojo de la vergüenza a la vez que sus ojos quedaban en formas de platos. Había sacado una conclusión apresurada en donde su ego se mostraba por los aires, pensando que la persona frente a sus ojos pretendía algo amoroso con ella. Algo dentro suyo—llamado orgullo—se rompió dramáticamente. Su corazón se achicó y su única reacción a ello fue chasquear su lengua mirando hacia un costado en un intento de ocultar su clara vergüenza.

—De hecho te iba a pedir si se lo podías entregar a Connie, tu amigo—continuó aún con los brazos extendidos ofreciendo la carta a la morena, esperando que aceptase darle una mano, aunque parecía que no iba a tener éxito—. Lo haría yo, pero soy muy tímida para confrontarlo...

—Tsk, ¿Y yo qué soy? ¿Tu paloma mensajera?—respondió ofendida volviéndola a mirar—. Olvídalo, hazlo tú. Me haces perder el tiempo, niña.

—¡Prometo devolverte el favor!—suplicó.

Ymir lo pensó. Podría aprovechar esa propuesta para bien. Guardó sus manos en los bolsillos de sus pantalones y suspiró. No podía creer que haría de cupido para una estúpida que quería estar con un idiota.

—Bien, lo haré—con una mano arrebató el sobre de las manos de la más joven por apenas unos meses, quien la observó con ilusión mientras una chispa de brillo pasaba por sus ojos—. Usaré ese favor en algo más adelante. Pero no te olvides, porque yo no lo haré.

—Sí, ¡Gracias, Ymir!—_____ tomó las manos de la más alta y las acunó con las suyas posándolas en su pecho. La morocha, nuevamente sonrojada, se separó bruscamente de su tacto.

—¡No me toques así!

—¡Lo lamento!

La alta muchacha se acercó a su amigo y le deslizó la carta sobre su escritorio

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La alta muchacha se acercó a su amigo y le deslizó la carta sobre su escritorio. Él la miró con confusión, pensando que se trataba de ella.

—Es para ti, de parte de tu admiradora número uno—dijo con una mezcla de cansancio y desagrado por el simple hecho de que el pelado pensara que ella quisiera siquiera algo con él—. Ve al salón de artes a las cinco. Te esperará allí.

Y sin decir más nada, y con la mirada extraña de Connie, se retiró del salón rechistando por lo ridículo que le parecía toda la situación.

El chico de ojos miel se dirigió adonde Ymir le había indicado en el horario correspondiente, con cierto nerviosismo por saber quién se había declarado. Llegó, y deslizó la puerta del salón, para encontrarse con una única persona dentro. _____ estaba de espaldas, esperando su llegada. Al percatarse, Connie se sorprendió demasiado. Algo dentro suyo dolió, sabiendo la respuesta que le daría pronto.

𝐨𝐧𝐥𝐲 𝐠𝐢𝐫𝐥𝐬 [𝘀𝗻𝗸/𝗮𝗼𝘁] - 𝐨𝐧𝐞 𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora