Prólogo

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Eran felices, realmente felices. Creían que aquella dicha podría mantenerse como algo permanente.

No pensaban que alguien llegaría a irrumpir a sus vidas, mucho menos que ese alguien les quitara lo más valioso.

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Había sido un Viernes, el día en que Luca comentó, con esa genuina sonrisa que amaban, que ahora estaba en una relación. Tenía novio.

Jamás habían sentido tanto dolor por una sonrisa.

El primero en hablar, fue Victor. Después de todo, era un muchacho realmente dulce con los demás, y no era una sorpresa decir, aquél joven era experto en fingir una mueca de felicidad en el rostro, incluso si no sentía nada de lo que estaba mostrando.

"El rostro puede esconder tantas cosas. Después de todo, somos unos mentirosos."

— Felicidades, Luca. Estoy muy feliz por ti.

Dijo con su voz calmada, esa voz de la cual siempre había estado inseguro, pero no fue hasta que Luca mencionó que era hermosa, que se había atrevido a hablar más.

Decir que estaba "muy" feliz era una exageración, pero, ¿Cómo podía explicarle a aquél muchacho que la noticia había roto su corazón? No podía.

Odiaba más el hecho de ser una causa para que esa sonrisa desapareciera. Lo mejor era tragarse sus sentimientos, y dejarlos arder en el fondo de su pecho. Sí . . . Quizás, fue demasiado para él el creer en la posibilidad.

Luca por su parte, se veía realmente feliz, y aunque generalmente se comportaba de manera animada, visto como un sol por el par de chicos que le acompañaban a la salida de la escuela, cargaba con sis propios problemas, temas quizás tan densos que los otros jóvenes no se atrevían a preguntar, pero que cada uno en el fondo de su alma, ansiaba poder confiar ese secreto. Esta vez, su sonrisa irradiaba luz. No podía tratarse de una mentira, por más que tratasen de negar la realidad.

Sobretodo Andrew. A diferencia de Victor, todavía no sabía como manejar sus emociones. Y aquella noticia había sido como un balde de agua fría. Siempre estuvo consciente de que algún día aquello pasaría, después de todo, ¿Por qué alguien tan maravilloso como Luca se fijaría en él? Es verdad que eran muy buenos amigos, y que Luca solía ser bastante afectivo con él, sin embargo, Andrew siempre tuvo presente eso. Luca solo lo veía como un amigo.

— Luca...

El nombrado giró en su dirección, cortándole el habla al instante. No podía.

No si lo miraba con esa dulzura.

— Bueno, debo irme chicos... Quedé en verlo esta tarde, ¡Deseenme suerte!

Así, con una sonrisa en el rostro, mientras agitaba su mano en el aire, vieron a Luca partir. Quizás aquella sería la última vez que los tres compartieran el camino de retorno a casa.

Al estar ambos muchachos solos, el silencio se hizo presente como un alma que pasaba vagando. Ninguno se atrevía a marcharse, pero ninguno se atrevía a mencionar palabra alguna.

Aquello había sido una devastación para ellos.

De esa forma, se mantuvieron un buen rato en silencio, con los dulces cantos de los pájaros alrededor, o la gente caminando animada por ser finalmente un Viernes.

Viernes, un día feliz. ¿Cómo podía causarles tanto estrago?

Victor llevó una mano a su rostro. Hace un par de segundos, notó la ahora despierta mirada de Andrew sobre su rostro. Río un poco al respecto, ah, con que se trataba de eso.

— Ah . . ¿Está comenzando a llover en primavera?

Un mes tan cálido, perfecto para quebrar algunos corazones.

。:゚ Pretenders ゚:。Donde viven las historias. Descúbrelo ahora