❪ . reflejos ❫

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«Quédate conmigo.

Una petición muda, un susurro ahogado.

Quédate conmigo.

Pero ellos se marchan, abandonándola a su suerte en una isla perdida, en una montaña olvidada.

Muchos otros llegan en busca de su magia. Ninguno es digno, carecen de la honestidad necesaria para aprender lo que ella guarda.

Otros llegan para robar sus conocimientos, mas todos perecen como cerdos en el matadero.

Quédate conmigo,
me susurra en mi oído. El mundo no es tan diferente, es mucho más temido.

Su sonrisa no me convence, ni sus lágrimas saladas, porque soy un águila que necesita escapar de la locura escrita en las gotas de lluvia de la ventana.

Mi egoísmo desconocía que nunca más podría volver al lado de quien una vez me vio nacer,
y echo a volar sin ceder a sus ruegos en mis oídos.

Tantos años han pasado, tantos siglos en el viento, que ahora el mar solo trae consigo el amargo sonido del arrepentimiento.

Hasta que una rosa me cautivó con sus espinas.
A ella no pareció importarle que fuera un renegado, un marginado con más tatuajes que sueños bajo el brazo.

Quédate conmigo,
le supliqué con un gemido.
Pero mi rosa con espinas fue arrancada del calor de mis manos para ser sepultada bajo versos malogrados.

Ahora sufro por su ausencia, por el corazón profético de quien me dijo,
el mundo no es tan diferente, es mucho más temido.

Mi locura se multiplica como los amaneceres sin su compañía.
Vivo lejos de esa isla, lejos de un hogar,
pero sigo siendo el reflejo
de mi madre y su eternidad».


19 de agosto de 2021

Nota de autora: 
La voz poética es un descendiente
de la hechicera Circe, 
quien en la mitología griega
habitaba en la isla de Eea

 

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