Duraron un aproximado de dos días y medio para llegar a la montaña, que se alzaba ante ellos, desde cerca parecía menos imponente.
El viaje no fue nada sencillo, el mismo día de su partida, como lo había previsto, empezó a nevar. Las pieles a veces no eran suficientes para mantenerlos calientes y las fogatas no brindaban la calidez de siempre. Changbin se quitaba constantemente los zapatos para analizar el estado de sus pies, pues con cada paso que se acercaban a su destino, los sentía entumecidos al hundirse en el mar de nieve.
Finalmente habían llegado.
—Acamparán aquí.— Informó Magnus, se encontraban en una parte llana de la montaña.—Yo me quedaré en la cima. Escuchen bien porque no lo repetiré dos veces, mocosos.— Habló más fuerte.— Este será el verdadero entrenamiento, el tiempo que pasemos aquí dependerá de ustedes. Uno por uno se van a enfrentar a mí con la espada, todos me deben vencer en combate, una vez que eso suceda consideraré acabada esta fase.
Lo observaron sorprendidos. El hombretón era un veterano de guerra, curtido por los cientos de batallas. Ellos solo eran un cuarteto de adolescentes con destrezas aceptables, con un entrenamiento de a penas un año, eso sin recalcar que llevaban meses sin blandir una espada y que realmente nunca se habían enfrentado con alguien con tanta experiencia. Más que esfuerzo, necesitarían un milagro.
—Tendrán que escalar la cornisa todos los días para combatir contigo, sin excepción. Cada semana me van a abastecer de suministros, se encargarán de cazar y buscar agua para asegurar nuestra supervivencia. Tienen que saber que el invierno aquí es letal, tal vez antes de que regresemos alguno de ustedes muera en esta montaña.— Le sorprendió lo estoico que se veía, como si ya hubiera pasado por esto muchas veces. Probablemente fuera así, pues desde hace una década se encargaba de esta labor.— Acá no se formarán como caballeros, se convertirán en guerreros.
—¿Esto es una broma?, No tenemos oportunidad en combate contra él.— Dijo Han una vez que Magnus escaló la cornisa.
—No puede ser imposible de vencer, muchos han pasado esta fase.— Lee Minho hizo la observación.
Ese día se dedicaron a instalarse. Cazar en invierno no sería tan sencillo, pero por suerte la primera semana siempre había recursos. Lo que le preocupaba es lo que pasaría si se quedaban más de un mes allí.
Al día siguiente comenzó su entrenamiento de manera formal. Cuando fue el turno de Changbin este, al igual que los demás, tuvo que escalar la cornisa. El frío viento lo hacía temblar, las rocas filosas amenazaban con perforar la piel de sus palmas. Debía ser cuidadoso al escalar, estaba a metros del suelo y si resbalaba la caída sería mortal. El latir de su corazón era acelerado cuando se encontraba a mitad de camino, el vértigo lo invadió. Se obligó a no mirar hacia abajo, debía seguir escalando. Escuchaba la voz de Magnus desde arriba gritándole obscenidades pues se estaba tratando más de lo estipulado.
Puso el pie derecho en una roca inestable que crujió y se desprendió, el pie se le deslizó hacia abajo. Se aferró fuerte con las manos a la roca.
Respira, tú puedes. Tienes que acostumbrarte a esto, sigue.
Se dijo mentalmente.
Jadeando y mareado llegó a la cumbre, Magnus le tiró a los pies una espada.
—Ruega porque tus compañeros te hayan hecho una buena espada.— Respirando hondo se inclinó y la tomó en sus manos, el peso no era por completo el adecuado, pero tampoco estaba mal, podía trabajar con ella.
Sin darle tiempo de descansar su contrincante arremetió contra él, a penas pudo esquivarlo. Se corrió hacia el costado tratando de tomar la mayor distancia posible para poder vislumbrar sus ataques. Magnus blandió la espada en un arco abrumador que le pasó rozando la cabeza.
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Firefly Hunter (Minsung)
Fanfiction¿Serías capaz de asesinar al amor de tu vida? La casa Lee está sedienta de venganza y quiere devuelta lo que les fue arrebatado. La guerra está apunto de acabar y es evidente quien triunfará. Pero muy lejos de la muerte y la venganza, en los recue...