*Narra James*
Después de clases, llegó la hora de comer. Sophia y yo nos dirigimos con paso calmado hacia la cafetería, donde nos encontramos a la muchedumbre de gente que formaban todos los cursos en la fila para recibir la comida.
Más pronto que tarde, llegó nuestro turno. Nos pusieron una ensalada en cada una de nuestras bandejas y nos hicieron seguir. Nos dieron agua, un segundo plato y un postre a escoger. Después, nos dirigimos a una mesa. Estaba ocupada por otros alumnos de nuestra clase con los que nos llevábamos bien, así que pudimos sentarnos sin muchas molestias.
Cris estaba hablando conmigo. Me contó que era fabuloso que nos hubieran escogido a los dos, pero que tenía miedo. Yo intenté animarla y consolarla diciéndole que todo saldría bien y que no se menospreciase a sí misma. Era una chica fantástica con una voz fabulosa.
De hecho, os contaré un secreto. Desde pequeño me ha gustado mucho más de lo que ella piensa, pero intento reprimirme. No quiero mandarlo todo a la mierda solo por expresar mis sentimientos. Es mejor tenerla como amiga que directamente no tenerla. No quiero que nunca se vaya de mi lado.
Me fijé en el resto de la cafetería. Los alumnos de todos los cursos estábamos mezclados. Pude fijarme en Ayleen, Mike y Salomón. Los tres no se parecían en nada, no como nosotros dos, que habíamos encontrado cosas comunes. De pronto, un mal presentimiento me recorrió el cuerpo. Tal vez no seríamos lo suficientemente buenos como para pasar de fase. A ver, yo confiaba en mis habilidades como ciclista, pero, ¿y los demás?
Por lo que sé, Salomón es bueno en mates, Mike en lengua y Ayleen en arte pero, ¿qué tan buenos son? Me entraron ganas de ir a saludarlos, ya que si participábamos en un concurso, estaría bien que transmitiéramos una imagen de unidad y de equipo, y no me refiero al equipo de Los Osos del instituto. Luego pensé en la salutación tan fría que me había dado Salomón hacía un par de horas, por lo que tal vez no sería la mejor opción empezar hablando con él.
Se lo comenté a Cristina, la cual aceptó y se levantó conmigo. Decidimos fijar nuestro objetivo en Ayleen, la chica solitaria del móvil. Estaba en una mesa junto con los de décimo curso, pero parecía ausente con los de su propia clase, ya que no les dirigía una sola palabra. Estaba con su móvil, riendo sola de tanto en cuanto mientras sus compañeros y compañeras hablaban entre ellos.
Llegamos detrás suyo y le golpeamos el hombro para que se diera la vuelta. Ella tardó unos segundos, que marcó con su dedo índice levantado como para indicar que nos callásemos. Luego se giró y nos dedicó una mirada indiferente antes de hablar.
Ayleen: ¿Puedo ayudaros?
James: Bueno, creo que deberíamos presentarnos si vamos a estar en un equipo para representar al instituto. - dije intentando ser lo más amable posible. Estaba claro que sería difícil que se abriera a nosotros, pero por probar no perdíamos nada.
Ayleen: Me llamo Ayleen, mucho gusto. - respondió, antes de volver a girarse.
Cristina: Mucho gusto, yo me llamo Sophia y él es James.- Cris, tan dulce como siempre, saludó y nos presentó amablemente, pero hubo poca respuesta por parte de Ayleen, así que ella tuvo que insistir. - Hemos oído que eres buena dibujando, ¿tienes algún dibujo que nos puedas enseñar?
Ayleen negó con la cabeza, todavía de espaldas mientras seguía chateando en el móvil. En un intento desesperado, miré su conversación. Sé que no debería haberlo hecho, pero era la única manera de que hablara con nosotros.
James: ¿Quién es Zoe?
Ayleen: ¿Cómo sabes su nombre? - preguntó, antes de darse cuenta de que había mirado su móvil. - ¿Has mirado mi móvil?
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Las Pentapruebas [ES]
DiversosCinco chicos y chicas de Connecticut son elegidos para participar en un acontecimiento que pondrá a prueba sus habilidades y sus conocimientos. Cuanto más avancen, más se fragmentará el grupo, cosa que nadie de ellos esperaba. ¿Serán capaces de lleg...