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Culpo a ese momento en que te vi
Mirándome en la calle
Algo en tu mirada me llamo
Y tuve que acercarme

Te había visto antes un par de veces, corriendo por la calle desde mi auto, caminando con tus manos en los bolsillos de tu pantalón de buzo, con el ceño fruncido y con los ojos entrecerrados o por el sol o por el viento o por ambos, nunca se me olvido que la primera vez que te vi, una leve llovizna que nos daba a entender que el verano se había terminado y que el otoño venía prometedor caía suave sobre tus hombros, tenías cara de preocupación y corrías junto a mi auto inconscientemente, tus ojos grandes atentos al camino, tu cabello con gracia seguido por el viento. Me gustaba mirarte, algo en tu mirada me llamo e inevitablemente cada vez que pasaba por la librería me daba un momento para mirarte, casi me atrapas un par de veces, pero siempre fui más rápida en mirar algún cuaderno o algo en la vitrina...hasta ese día, finalmente notaste que te miraba, habían pasado ya tres semanas y me sonreíste a través del cristal, te devolví la sonrisa, le dijiste algo a Sana y saliste de la librería, en menos de un minuto estabas frente a mí.

-Hola

te di una sonrisa, estaba nerviosa, no sabía si habías notado que te había estado mirado desde el día en que te vi.

-hola...

Me miraste durante unos segundos, que parecieron minutos, suspiraste y me preguntaste

"¿quisieras salir conmigo alguna vez?"

Abrí los ojos sorprendida, tu levantaste las cejas, te admití varias veces que me sorprendiste, y tu sonreías tímida, aceptando que te parecí atractiva desde el primer momento en que me viste. En tus ojos había nerviosismo también, me dio seguridad pensar que quizás, te sentiste atraída hacia mi como yo hacia ti, tome tu celular y guarde mi nombre con un corazón que no recuerdo el color, solo sé que una valentía repentina recorrió mi cuerpo en ese momento, te pase tu celular mirándote a los ojos.

-me llamo Mina.

-me llamo Chaeyoung.

Estuve nerviosa toda esa semana, lo único que me quito el nerviosismo fue verte sentada en esa banca de ese parque, te veías diferente, te veías real. Nuestra primera cita fue divertida, me hiciste reír, nos conocimos y sentí que ya había algo ahí, entre nosotras.

-veámonos otra vez.

Te dije despacito, con la intención casi de que no me escucharas, por miedo a tu rechazo.

-por supuesto que otra vez nos veremos.

Y a la semana siguiente, yo te estaba esperando en la misma banca, frente al mismo árbol de cerezas, me hiciste reír hasta que tuve que abrazar mi estómago, nos conocimos un poquito más a profundidad y sentí que definitivamente existía una complicidad, entre nosotras.

-déjame llevarte a un café que conozco, te va a encantar.

Gire mi cabeza para mirarte, note que eras un poco más bajita que yo.

-claro, me encantaría, te puedo pasar a buscar en mi auto, parece que el clima esta queriendo llover.

-claro – me diste esa sonrisita y tu hoyuelo se marcó, dejando mi respiración atrapada en mi garganta, estabas hermosa – el miércoles si quieres, antes de mi trabajo.

Esta vez te devolví la sonrisa, tus ojos cambiaron de repente, me miraste de forma diferente y me di cuenta de que lo único que ahora quería era que me vieras así siempre.

Nos sentamos de frente, quise preguntarte si esta era una tercera cita, pero me dio miedo. Cuando el mesero llego, me di cuenta de que éramos un poco diferentes.

-yo quiero un té blanco con canela y cedrón, por favor.

Sonreí inevitablemente, te veías mucho más como una persona que preferiría el café.

-yo quiero un café, americano.

Levantaste ambas cejas, me miraste con una expresión de sorpresa, puse mi cabeza sobre mis palmas para mirarte, nuevamente, a las 9 de la mañana te veías muy, muy bonita. Y me hiciste soltar risitas pequeñas, nos conocimos más y esta vez estuve segura de lo que quería contigo.

Te deje en la puerta de tu casa, pero sentí que eso no era suficiente, así que me baje para esperar a que entraras.

-nos vemos...

Te dije mientras buscabas las llaves de tu portón, guardé mis manos en mis bolsillos, con la intensión de calmar mis nervios y mis ganas de besarte, me miraste, lucias tensa, quería que tu dieras el primer paso.

-nos vemos, Myoui

Quería que tú me besaras pero mi cuerpo me traiciono, decidió actuar por sus propios deseos y acerque mi cara a la tuya, tú te acercaste también, tomando la oportunidad que mi cuerpo te dio y nos besamos. Lento, conociendo nuestros labios, abrazándonos de a poco, besándonos de a poco, decidí que quería más de ti, desde ese momento.

-nos vemos, Chaeyoung.

-Nos vemos, Minari.

-Nos vemos, Minari

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Un beso más [MiChaeng]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora