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Mina estaba sola en su casa, las luces estaban apagadas, solo la del pasillo que daba hacia la puerta de salida estaba encendida, por ende la de las escaleras. Estaba en la misma ropa que ayer y que antes de ayer, se había bañado pero no se sentía fresca, lo único que quería era sacarse el sentimiento de que su piel se estaba descascarando de su cuerpo, quería sacarse las ganas de que una sola persona la tocara. Pero como nos dimos cuenta, ya es bastante difícil, ella estaba sumida en sus pensamientos cuando el timbre de su casa sonó, no esperaba a nadie y seguramente nadie la iría a ver, porque se alejo de todos sus amigos después de terminar con la rubia. Bajo las escaleras para abrir la puerta y lo único que ahí había era un atril con una caja, estrecha que parecía tener un lienzo adentro, vio las letra S.C escritas delicadamente en el atril y en la caja, su corazón comenzó a latir de forma descontrolada en su pecho, verdaderamente podía sentir como el latido chocaba contra su pecho, contra su piel, haciendo que le retumbara en los oídos, segura de que cualquier persona que pasara lo escucharía, tomo el atril y la caja para apretar esas cosas con sus manos, las abrazo y después salió de la casa para mirar a todos lados, el timbre sonó y eso apareció frente a la puerta, no podía haber ido tan lejos. Pero no estaba, otra vez, no estaba.

Cerro la puerta y subió a su habitación, tenía 24 años y había vuelto (ojalá no definitivamente) a la casa de sus padres, su cuarto estaba decorado igual que cuando tenía 19, pero no le importaba ya, al principio se sintió patética, pero con esas cosa frente a ella, con las letras S.C frente a sus ojos, todo se le olvido, coloco la delgada caja sobre su cama y acomodo el atril dentro de su walk in closet. Abrió la caja y un dibujo que había hecho junto a la menor yacía dentro, enmarcado y con una carta

No me voy a rendir.

Nunca más.

Espérame, mi amor.

-Son Chaeyoung.

Mina suspiro, era un sobre tan pequeño y ella podía interpretar tantas cosas ¿iba el amor de su vida finalmente a abrirle sus puertas? ¿estaba Chaeyoung dispuesta a entenderla? No tenía respuestas, solo tenía una obra de arte y una muy especial. Era el primer dibujo que habían hecho juntas, Mina ya había aprendido un poco de todo y le pidió a la pequeña artista que lo hicieran juntas, el resultado había alcanzado las expectativas de Mina, pero había hecho que el corazón de Chaeyoung floreciera.

Esta pintura habla por mí.

Por lo que me haces sentir, por lo que significas para mí. Quiero hacerlo bien Minari. Quiero quererte como siempre debí, quiero ser una buena novia y eventualmente, verte caminar hacia mi mientras estoy esperándote en un altar, quiero la vida completa contigo y hare lo que tenga que hacer para que eso suceda.

-S.C.

Un altar...lo habían hablado un par de veces, Mina siempre soñó con casarse en Japón y Chaeyoung comenzó a soñar con casarse con Mina, donde fuera.

- ¿por qué sabes justo que decir?

Mina abrazo la carta y el sobre de la carta contra su pecho, casi que podía sentir el olor de la mujer que amaba, admiro el dibujo una vez más y lo dejo sobre su escritorio con total delicadeza, sin aún soltar la carta se dejo caer sobre su cama, apretándola nuevamente contra su pecho, luego contra su cara, dejando caer lagrimas de no sabía si de coraje, pena o alivio al saber que la bajita no se había rendido...al menos le estaba dando a entender que no se estaba rindiendo.

Cada día que pasaba algo nuevo llegaba a su puerta y siempre que sonaba el timbre la nipona corría hacía la puerta con la esperanza de ver a su amada, con la esperanza de que Chaeyoung se quedara paralizada frente a su puerta con ganas de verla, quería volver a darle un beso, quería que ella fuera quien estaba esperándola detrás de la puerta. Hasta que un día, una caja pequeña estaba inocentemente en su pórtico, con una de las muchas cartas que la menor le había escrito, habían pasado 9 días y parecía que la espera por verse cada vez se volvía más agonizante, pero ambas entendían que los tiempos son perfectos y sobre todo, la menor decidió que necesitaba tiempo para que Mina se preparara para perdonarla, tiempo para de a poco entrar en su corazón otra vez, incluso si nunca había salido.

Mina tomo la cajita con sus manos temblando, quería ver a su novia, quería que durmieran juntas otra vez, quería ir a su casa y encender esas luces, quería que cocinaran juntas, quería todo, pero con ella, sin ella no quería nada. Se sentó en la amplia sala de estar de la casa de sus padres y abrió la cajita que tenía otra vez las letras S.C escritas con esa particular letra y encontró cuatro cartas, escritas parecía que en orden y con una canción antes de comenzarlas.

Mina, Mi Amor.

Esto es lo que te escribí hace dos semanas, pensando que jamás lo leerías, pero ahora que estoy segura que la vida es contigo, debo hacerte saber lo que escribí, debo hacerte conocer como me sentí sin ti, quiero que sepas que cada una de estas paginas de mi diario están escritas con un dolor diferente a todos los demás, te quiero aquí conmigo en este momento, pero dame unos días más, te juro que todo comenzara a mejorar, seré lo que mereces, Mina, nada menos, seré lo que sea por el bien estar de ambas, comencé terapia dos veces por semana hace un poco más de un mes y ahora se, ahora se que no voy a cambiar por ti, sino que tu lograste (nuevamente) entregarme algo que no sabía que había perdido, me entregaste lo que fui...y me hiciste entender que lo tengo que soltar para poder ser lo que soy.

Te amo, mi vida.

-Son Chaeyoung.

Mina sonrió, lagrimas caían otra vez de sus ojos, ahora segura que Chaeyoung era para ella. Se armo de valor para leer las cartas que su mujer había escrito pensando en ella, vio lagrimas secas en los bordes del papel, vio palabras tachadas pero que sin embargo logro leer, sintió como la menor plasmaba tan bien lo que sentía en ese papel que un nudo en la garganta se le formo, sintió que estaba leyendo una historia de amor que había terminado mal, las cuatro cartas le llegaron a lo profundo de su corazón, más aun sabiendo que no era su destino ser cartas, sino quedarse en su diario a esperar que en el futuro algún adolescente intruso leyera esas paginas y supiera cuanto esa mujer amo a otra, pero ahora que tenía estas paginas en sus manos, se permitió jurar que eso pasaría, pero con ellas juntas y que ese adolescente intruso las molestaría por amarse tanto durante tanto tiempo, pero a las dos, no solo a una sin conocer a la otra, le dolió el pecho al darse cuenta de las similitudes que compartían los escritos de su novia con los suyos, resolviéndole dudas que pensó que no tenían respuestas, haciéndole latir el corazón, haciendo que se saltara latidos, haciéndola llorar y queriendo que la menor se sintiera segura en sus brazos una vez más.

<<que te quiero más que a los demás, que daría todo lo que tengo, por un beso más>>

-lo tendrás amor, tendrás ese beso.

-lo tendrás amor, tendrás ese beso

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Un beso más [MiChaeng]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora