Epílogo.

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Pasaron los años, varios años. La vida había sido difícil, pero definitivamente mejor de lo que fue para Chaeyoung, ahora con 27 años.

Se paseaba por esa casa de vez en cuando soltando suspiros de nostalgia e intentando contener las lágrimas, no podía creer que la iba a poner en arriendo, tantos recuerdos, recuerdos con esa mujer, la mujer que más amo en la vida, a la que más ha amado y a la que a pesar de todo, sigue amando, estaba todo ya empacado y de seguro ya en su nueva casa, más grande, más moderna.

Se sentó en el piso, donde antes estaba su sillón, simulando que aún estaba ahí, con 24 años, abrazada a Mina mientras se reían de cosas sin sentido, habían pasado tantas cosa que no sabía darle una dirección a sus pensamientos, volvió a abrir los ojos y pareció que todo estaba ahí otra vez, su sillón, su mesita de café, el mueble del televisor, la cocina amoblada, la ventana cerrada que daba al patio delantero rodeada de buganvilias, la puerta de su habitación abierta, con luces de colores encendidas. Se paro y camino hasta esa puerta, pudiendo escuchar risas, carcajadas y quejidos.

-ay, Mina, deja de reírte de mí.

Se vio a ella misma, apoyada en su codo mirando a Mina, quien una vez más intento explicarle como generar colores compuestos en las nuevas luces, mas complicadas y más completas que las anteriores que tenían.

- siempre que intento explicarte, me miras la boca, así nunca aprenderás, Chaeyoungie.

Se vio rodar los ojos y bufar...vio a Mina sonreírle y acercarse para besarla y fue como si sintiera esos labios sobre los suyos una vez más.

- ¿Chaeng?

Todo desapareció en cuestión de segundos, su sillón, su mesita de café, el mueble del televisor, la cocina amoblada, la ventana y las buganvilias. Solo quedo la puerta abierta de su antigua habitación y el recuerdo de Mina de 26 años en su mente.

-Dahyun, ¿Qué pasa?

La chica pálida le paso un brazo por los hombros y le sonrió cálida.

-ya nos tenemos que ir, el camión de los arrendatarios llegara en media hora.

Un suspiro dejo los labios de Chaeyoung, sintió tanta nostalgia, en ese preciso momento no quiso irse, no quiso dejar atrás a Mina de 26 años, no quiso pensar en dejar a Mina de 27 y 28 años en esa casa. Quería poder llevarse esos recuerdos y esos lugares de forma física, quería meterlos en una cajita y llevarlos con ella para siempre.

-ah y ¿Chaeng? Hay una caja de cartón, tiene unas cartas que no quise leer pero ¿quieres que la ponga con la basura? Son varios papeles.

-no. Déjalo en el auto, ni se te ocurra abrirla.

Sus cartas, ahora las 8 cartas, las 8 entradas de diario se habían fusionado, además de todas las demás cartas que de escribieron y los dibujos que se regalaban, ella los mantenía, con la esperanza de mostrárselas en algún momento a un adolescente enamorado y decirle que el amor todo lo puede pero ¿todo lo puede el amor?

Se subió al auto de Dahyun, con quien pasa bastante de su tiempo, esta chica la conocía muy bien, casi tanto como Jeongyeon y Nayeon (quienes ahora estaban casadas y habían adoptado un bebé).

-se que debe ser difícil, Chaeng, pero ve el lado positivo, estaremos más cómodas en la nueva casa.

Chaeyoung rodo los ojos.

-lo que digas, Dubu.

Entraron a la nueva casa, Tzuyu, Nayeon, Jeongyeon, Jihyo y su hermano, Jeonghoon estaban limpiando y arreglando las ultimas cosas, Chaeng estaba tan agradecida de tener amigas tan geniales.

Un beso más [MiChaeng]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora