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Advertencias: drama y angst.

Para navidad, los niños parecieron aceptar que era mejor viajar que recibir algún regalo

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Para navidad, los niños parecieron aceptar que era mejor viajar que recibir algún regalo. Yoongi llevaba mucho tiempo ahorrando para eso, así que no tuvo muchas dudas en elegir un lugar ideal para esas pequeñas vacaciones: Miami.

Aunque eso no significó que iba a derrochar todo el dinero ahorrado. Al final, terminó por pedirles más días a los señores Liu para esas vacaciones, y ellos no dudaron en concedérselo. No iban a ir en avión, porque era demasiado caro para Yoongi, así que terminó por comprar pasajes en bus a pesar de que fuera un viaje de casi un día.

Navidad caería el viernes y, una semana antes, el sábado en la mañana, se instalaron en el hostal donde iban a quedarse ese fin de semana y durante la siguiente semana. Como Miami quedaba en el sur de Estados Unidos, el tiempo en esa época del año no era frío como en Nueva York. A Yoongi le sorprendió encontrarse con el sol y una temperatura más cálida, y los niños estaban encantados con eso. Durante la tarde quisieron ir a la playa.

Yeji estaba muy entusiasmada cuando bajaron a la arena. La pequeña iba de la mano de Yoongi, que observaba a sus otros cachorros correr hacia el agua. A pesar del invierno y de que la temperatura no era tan alta, los tres no dudaron en meterse al mar y gritar por el frío del agua. Yeji se rió.

—¡Vamos, vamos! —gritó la niña, y Yoongi la llevó a orillas del mar. A veces, la pequeña hablaba en inglés sin problema alguno, por lo que Yoongi estaba orgulloso de que aprendiera dos idiomas.

Se estremeció cuando el frío del mar mojó sus pies. Yeji chilló también, pero comenzó a saltar en la arena, y gotas de agua humedecieron las piernas del mayor.

Jeongguk estaba colgado de Jimin, riéndose escandalosamente. Taehyung se acercó dónde Yoongi, jadeando y con el cabello empapado, y tomó en brazos a la pequeña Yeji.

—¡Noooooooooo! —chilló ella—. ¡Babo!

—¡A mí no! ¡A Jimin! —le dijo Tae, riendo.

—¡Minnie babo! —gritó Yeji, y Jimin empujó a Jeongguk en el agua.

—¡¿Qué demonios le estás enseñando, Taehyung?! —dijo Jimin, ofendido.

Yoongi sonrió al verlos jugar entre ellos, tan despreocupados y alegres. Ya no eran esos niños hostiles que llegaron más de dos años atrás a Estados Unidos, que apenas hablaban con alguien aparte de la familia y que siempre andaban con el ceño fruncido. Yoongi sabía que había muchas cosas que arreglar todavía, pero sus cachorritos estaban bien, con él. Eso era lo único que necesitaba para soportarlo.

Para soportar el celo que vendría los próximos días.

Hizo un mohín al sentir dolor en esa vieja marca olvidada en su cuello. Días antes de que viniera su celo podía sentir esa sensación dolorosa que ya reconocía, en señal de lo mucho que su omega parecía necesitar un poco de contacto. Jimin trataba de suplir el aroma alfa de la manada, pero el omega de Yoongi se negaba a reconocerlo como tal.

Four Seasons [HopeGa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora