Four Seasons [HopeGa]

12.

Advertencias: drama y angst. Hoseok!Alfa x Yoongi!Omega.

—Hueles mucho a alfa.

Yoongi enarcó una ceja y se giró hacia su hijo mayor, Jimin, que le observaba con el ceño levemente fruncido, sus labios abultados en una señal de disgusto. Yoongi sintió su marca vibrar, tan viva en ese instante, anunciando que Hoseok iba de camino a su hogar luego de un largo día de trabajo, y no pudo evitar sonreír por el gusto.

Las cosas estaban bien. Muy bien. Yoongi era muy feliz cuando las cosas iban así, a pesar de que hubiera muchas cosas por solucionar.

—Por supuesto —respondió Yoongi, friendo las verduras en la sartén—, tu papá es un alfa.

Jimin hizo un mohín más marcado.

—No me gusta que huelas así —replicó Jimin—, prefiero tus feromonas maternas. Tae y Kook no te lo dirán, pero ellos igual las prefieren. No nos gusta tu nuevo olor.

Yoongi suspiró, sabiendo que Jimin tenía razón con el tema de sus otros dos hijos. Jeongguk ahora lo abrazaba y frotaba su cabecita contra su cuello, desesperado por sentir sus feromonas dulces y que le calmaban para dormir, como si tuviera cinco años. En especial desde que le dijeron que no tuvieron resultados positivos en esa desastrosa cena con la familia Lee.

—Ustedes son mis cachorros —dijo Yoongi, sacudiendo su cabeza—, pero tu papá es mi alfa, Jimin, ¿qué se supone que debo hacer? —le miró de reojo, afectado—. Toda mi vida me han enseñado que mi alfa siempre va primero. ¿No te lo enseñan a ti también, ChimChim?

—Pero no es justo —respondió Jimin—, no... ¡no es justo que debas hacer tantas cosas por papá y él no hace nada por ti!

Yoongi permaneció quieto, observando a su hijo con sus ojos completamente abiertos. Hoseok, que acababa de llegar y entrar a la cocina, observó a Jimin también atónito.

—Jimin —llamó él.

El muchacho se sobresaltó, girándose, con el color pintando sus mejillas. Sin embargo, cuando Hoseok hizo el amago de tocarlo, Jimin endureció su mirada.

—No me toques —espetó, enfurecido—, me da vergüenza que seas mi papá.

Sin añadir más, salió de la cocina a paso enojado, sin voltearse hacia atrás. Hoseok pestañeó y regresó su mirada hacia Yoongi, que volvió su atención a la cena que preparaba, pues olisqueó el ligero olor a quemado.

—No lo dice en serio —dijo Yoongi, su voz temblando.

—Claro que lo dice en serio —Hoseok suspiró, caminando hacia él, abrazándolo por la cintura y dejando un beso sobre su cuello, encima de su marca—. ¿Te he hecho feliz, bebé?

Yoongi apagó el fuego de la cocina para que la comida no se quemara, girándose para abrazar a Hoseok de vuelta y tratando de concentrarse en su aroma. En su presencia.