Donde Yoongi es un omega típico que sólo se dedica a su esposo y a sus hijos.
Pero su sueño de una familia feliz se rompe cuando ve que ha estado luchando por un amor que ya está roto desde hace mucho, mucho tiempo.
Esta obra fue escrita en conjunt...
Advertencias: drama y angst. Hoseok!Alfa x Yoongi!Omega.
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Los mellizos, de dos años y varios meses, estaban en el suelo del comedor, jugando con unos bloques. Yoongi estaba arrodillado junto a ellos, ordenando el resto de los juguetes, algo cansado debido a su vientre de cinco meses.
—Maaaa —dijo Jimin, el pequeño mellizo alfa.
—¿Qué ocurre, cachorrito? —preguntó Yoongi, mirándole con una sonrisa suave. Jimin sonrió también.
—¡Te quiello! —gritó Jimin, levantando sus manos al cielo.
Yoongi se rio al escucharlo decir eso, pero observó casi de forma inmediata el ceño fruncido del otro mellizo, Taehyung.
—¡No! —chilló Tae, poniéndose de pie—. ¡Yo lo quiello más! ¡Tonto! —el pequeño omega se puso de pie, yendo donde Yoongi para abrazarlo, y le sacó la lengua a Jimin.
El omega mayor volvió a reírse ante el abrazo de su otro cachorrito, abrazándolo por la cintura y dándole un beso sonoro en la mejilla. Jimin chilló en el suelo, haciendo un berrinche, y no se le ocurrió nada mejor que botar la torre de bloques que Tae estaba construyendo. Taehyung gritó y se lanzó a golpearlo.
Yoongi no se preocupó, no realmente, porque los mellizos la mitad del tiempo solían jugar así, rodando por el suelo y mordiéndose sin mucha fuerza, como dos perritos. Se recostó contra el sofá, acariciando su estómago marcado por el nuevo cachorro. Lo sintió dar una patadita suave y sonrió. Hoseok dijo que se llamaría Jeongguk y a Yoongi le parecía un nombre de lo más adorable. Un buen nombre para un alfa, decía Hoseok, feliz.
Ese breve pensamiento hizo que la sonrisa en su rostro se tambaleara. Yoongi no quería decirlo, porque sería arruinarle las ilusiones a Hoseok, pero el omega estaba seguro de que el bebé no sería alfa, sino omega. Fuera su instinto materno lo que se lo decía o no, él podía jurar que el nuevo cachorrito iba a ser omega.
Jimin gritó y Yoongi los observó, sacudiendo la cabeza. Se arrastró hacia ellos, agarrando a Tae de la cintura y alejándolo de su hermano mayor.
—¡Me mollió fuelte! —acusó Jimin, mostrando su bracito.
—¡Rawr! —rugió Tae, elevando sus puños—. ¡Rawr! —Yoongi lo sentó en sus piernas, soltando feromonas suaves para tranquilizarlo, y el pequeño omega no tardó en relajar su cuerpo, apoyando su cabecita contra el hombro de su mamá.
Jimin no tardó en ponerse celoso, poniéndose de pie y yendo hacia ellos, y Yoongi acomodó a los mellizos en su regazo, cada uno sentado en una de sus piernas, los pequeños abrazándolo.
Mientras los bebés dormitaban contra él, Yoongi levantó su vista al techo, pensando cuando sus cachorritos tenían sólo tres meses. No le gustaba recordar eso, porque además debía forzar demasiado sus memorias ya que muchas de ellas estaban bloqueadas, pero si podía rememorar con facilidad todo el llanto de esos meses. ¿Cuánto estuvo Yoongi sumido en su depresión post-parto? Casi nueve meses, hasta que pudo cargar a sus bebés sin romper a llorar.