003 Steve Rogers - Deja Vu

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  Me coloqué los guantes para entrenar y comencé a pegarle con fuerza al saco de boxeo. Tenía bastante ira acumulada, y no me había dado cuenta de eso hasta el momento en que mis puños pegaban en contra del duro cuero.

  Suspiré con enojó y volví a dar otro golpe, comenzando a sentir las lágrimas brotar por mis ojos.

— Te detesto Steve, te odio — sollocé pegándole con mayor fuerza, provocando un poco de dolor en mis nudillos.

  Hacia un mes que mi relación con Steve se había hecho añicos. Y no sabía que había hecho mal, pero él llegó y con un "Ya no es lo mismo que antes, has cambiado" todo se había acabado. Desde ese momento mis días se volvieron oscuros, grises. Me la pasaba entrenando o dentro de mi habitación y solo salía para las misiones esenciales.

  Nat había intentado animarme un par de veces, fallando totalmente. Incluso Wanda había horneado pastel para mí, pero por más veces que llenara mi estomago mi corazón estaba vacío.

  Hace una semana Steve se había dado el lujo de pasearse felizmente con su nueva novia, una hermosa chica rubia llamada Sharon. Y ella parecía maravillosa, y él tan feliz. Me destrozó al instante ver eso. Me había quitado de su vida y superado como si nuestra relación nunca hubiese existido.

  Pero lo que más me dolía era las cosas que hacían. La llevaba a nuestros lugares, hacía las cosas que nosotros solíamos hacer e incluso en una ocasión escuché como le cantaba una de las canciones que yo le enseñé.

    — Ella debe creer que eres tan especial ¿Cuándo le dirás que todo es tan reusado de nuestra relación? — murmuré pegando nuevamente — Esa era NUESTRA canción ¿¡por qué tuviste que irte así!? — sollocé con más fuerza y caí rendida al piso sintiendo las magulladuras en mis puños.

  Me saqué los guantes con desesperación y coloqué mis manos en mi rostro intentando esconderlo.

  Probablemente Steve me había dejado porque la conoció a ella, y antes de engañarme prefirió abandonarme. Pero de todas formas había logrado herirme como nunca.

  Me levanté del piso y comencé a pegar con más furia al saco. Las lágrimas se acumulaban en mis ojos con fuerza, pero seguía dando golpes sin importarme nada. No me había dado cuenta que mis sollozos eran bastante altos.

 Mis manos estaban cada vez más débiles, incluso estaba sangrando. Y si no fuera porque Sam entro y me separó del saco hubiera seguido

    — ¡T/N! Detente ¿Qué te sucede? — me tomó atrayéndome hacia él.

    — ¡Se que está aquí! Puedo sentirla — murmuré calmando un poco mis sollozos.

    — ¿Hablas de Sharon? — preguntó frunciendo el ceño con lástima.

    — Sam, ya no puedo vivir así. Es él o yo, y si hablamos de tomar partido ya sabemos a quién van a elegir — me puse de pie y suspiré — Gracias —

  Salí del gimnasio y fui directo a la cocina para buscar algo de agua y limpiarme. Al entrar a esta la parejita feliz estaba cantando y bailando a la par que cocinaban. Mi pecho comenzaba a pesar, sentía un dolor inexplicable. Yo solía cocinar para todos juntos a Steve.

    — Oh...hola T/N — saludó Steve — Estamos haciendo la cena para todos ¿te unes? — preguntó mirándome.

    — No tengo hambre — respondí secamente y abrí la nevera para tomar una botella de agua. Al sacarla, mis manos no pudieron sostenerla del dolor y la tiré al suelo.

    — Mierda — mascullé.

    — Déjame ayudarte — la dulce voz de Sharon hizo hervir mi sangre.

  Cuando la chica se acercó a mi lancé rayos por mis ojos quemando sus manos.

    — No te me acerques, no me toques — le grité haciéndome a un lado.

  Me miró con lastima. Ahí estaba esa maldita mirada nuevamente, como me miraban todos desde que Steve me había desechado como un pedazo de mierda.

    — No me vuelvas a dirigir la palabra. Ni tú Steve. Eres una mierda, arruinaste mi vida — la ira comenzaba a acumularse dentro de mí. Comenzaba a perder control de mis poderes.

  Estaba levitando, y todo comenzaba a temblar.

    — Cariño, cálmate — habló Steve.

  Esa fue la gota que derramó el vaso. Todo el complejo comenzó a temblar con mayor fuerza, las luces titilaban y las cosas se rompían.

    — ¿Cariño? Como te atreves a llamarme igual que a ella — tiré un rayo hacia Steve haciéndolo caer — Tu "cariño" puede irse bien a la mierda — volví a tirarle otro rayo, causándole dolor.

  Me acerqué a él de forma amenazante, dispuesta a causarle cualquier dolor físico para hacerle sentir lo que él me hizo a mí. Pero una voz me detuvo. Bucky.

    — Muñeca, déjalo. No vale la pena —

    — ¿Qué sabes tú? ¡A ti nadie te lastimó! — grité mirándolo.

    — Encanto, él no vale la pena. Déjalo ir. Importas más tú — extendió su brazo hacia mí.

  Mis pies tocaron al piso y tomé el brazo de Bucky. Él de inmediato me abrazo y yo correspondí. Él estuvo para mi cuando más lo necesite. Además de Nat y Wanda, Bucky había sido unos de los mejores amigos que tuve y que me apoyó muchísimo. Incluso siendo el mejor amigo de Steve. Solo quería verme bien.

  Después de todo el revuelo, Tony llegó y nos regañó como si fuéramos niños pequeños. Steve fue llevado al ala médica por Sharon y Bucky me acompaño al laboratorio de Bruce. Él me analizó y se encargó de ver que todo estuviese bajo control. A veces mis poderes se ligaban a mis emociones, y perdía el control. Con los años había aprendido a calmarme, pero hoy había detonado. Algo que no pasaba hace bastante tiempo.

  Bucky se quedó un momento conmigo, asegurándose que estuviese bien y que no volviera a hacer nada estúpido. Luego me fui directo a mi cuarto, dejando la cena de lado.

  Estuve dando vueltas, pensando en lo que le había dicho a Sam. Era o Steve o yo, ya no podíamos seguir estando así. No era bueno ni para él, ni para mi y mucho menos para el equipo. Esto había llegado a su límite. Estaba empezando a afectar a todos y no podía permitir que sea así. Debía sacrificarme por el bien del equipo.

  Suspiré sabiendo bien lo que tenía que hacer.

  Me puse de pie y tomé mis cosas comenzando a empacar. No tenía demasiadas pertenencias, por lo que en un par de minutos estaba lista. Dejé la habitación como si nunca nadie hubiese estado ahí.

  Antes de dejar el complejo, decidí escribir una pequeña nota. Dejándoles saber a todos que no me buscasen y que jamás me iban a encontrar. Me despedí de Nat, Wanda, Sam, Bruce y especialmente Bucky. Agradeciéndoles a todos por la amistad que habíamos formado en mi tiempo siendo parte del equipo.

  Sabía que si salía por la entrada todos lo iban a notar, por lo que preferí escapar como una adolescente rebelde bajando por la ventana.

  Apenas estuve alejada del complejo, me fui a la parada de autobús más cercana. Juré que jamás volvería y dejaría que ellos sigan su camino. Era la única forma. Desaparecer de la faz de la tierra.

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⏰ Última actualización: Oct 29, 2023 ⏰

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