Capitulo 1

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LA BRUJA DETRÁS
DEL ESPEJO

Las hermanas perversas estaban atrapadas en una oscuridad perpetua.

Todo ers caos, ritmo y magia en el Mundo de los Sueños. Su cámara forrada de espejos parecía más pequeña y confinada ahora que Circe había oscurecido todos los espejos. Era su castigo por su papel en la historia de Gothel, y las muertes de Maléfica, Úrsula y la Reina Grimhilde.

Las hermanas perversas temían que en esta ocasión su hija no las perdonara como lo había hecho tantas veces antes. Habían cruzado la línea en demasiadas ocasiones.
Habían perdido la cuenta de las muchas razones por las que Circe las había confinado a la oscuridad y les negaba su amor. Y esto les rompía el corazón.
Se sentían invadidas por el pánico y la rabia. Y ello le recordaba a Lucinda la promesa que había hecho:
"Destruir a todos los seres por los que Circe sintiera cariño"

El Mundo de los Sueños había perdido la magia para ellas. Ya no escuchaban el ritmo dentro del caos. Ya no podían adivinar el código secreto y emplear su magia. La magia estaba contenida dentro de los espejos, pero ahora eran oscuros. Circe se había encargado de ello. Las hermanas pero esas estaban indefensas, cautivas y solas en su locura, y esto las lleva va por un camino conocido de ruina y desesperación.

Martha y Ruby estaban sentados en el suelo de la cámara llorando. Traían puestos los mismos vestidos rotos y sanguinolentos, las propias que usaban desde que había realizado aquella ceremonia de sangre para comunicarse con Maléfica mientras peleaban con el príncipe Felipe. Parecía que había sido hacia tanto tiempo, pero apenas había sucedido. Apenas y tuvieron tiempo de llorar por su querida Hada-Bruja vuelta dragón, cuando ya las habían distraído las payasadas de Gothel.

-¡Maldita Gothel!-gritó Lucinda mientras daba vueltas como una loca por la circunferencia de la cámara-¡Si no fuera por ella, Circe ya nos habría perdonado!

Martha y Rubí seguían llorando sin escuchar las palabras de Lucinda

-¿Y qué pasa si se entera de la verdad? ¿Qué va a pensar de nosotras?-Lucinda miró a sus hermanas.
Las 3 siempre se habían sentido una sola. siempre la misma. Pero por momentos muy breves, le parecían extrañas. Casi raras y antinaturales, tan diferentes y tan distantes. Ese sentimiento la tomó por sorpresa. Entendió en ese momento Cómo es que es Circe las percibía.

-¡Silencio! ¡Paren sus lloriqueos! -Lucinda necesitaba silencio. Necesitaba pensar. Necesitaba encontrar alguna manera de escapar de esta cámara para poder vengarse del Hada Madrina y de su entrometida hermana Nanny, por haberles quitado a su Circe.

-¡No puedo pensar con sus gritos incesantes! ¡Les prometo, que encontraremos la manera de destruir todo lo que Circe ama! ¡Solo tenemos que encontrar una manera de revivir a Maléfica para que nos ayude en nuestro plan! ¡Ella odia a las hadas tanto como nosotras!

-¡Lucinda, no! ¡Esto es exactamente lo que hizo que Circe se enfadara con nosotras!-gritó Ruby. Miraba a Lucinda con los ojos muy abiertos. Lucinda podía ver la locura que encerraban esos ojos y se asustó.

-¡Sí, Lucinda!gritó Martha- ¡Si las matamos, nunca nos perdonaría!

-¡Cállense! -Lucinda se detuvo de golpe y miró a sus dos hermanas enloquecidas- ¡Si le quitamos todo y a todos los seres que ella quiere, no ba a tener otra opción que volver a nosotras para buscar cariño! Seremos lo único que le quede en el mundo. ¡Nos va a necesitar!

𝐋𝐚𝐬 𝐡𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐚𝐬 𝐩𝐞𝐫𝐯𝐞𝐫𝐬𝐚𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora