𝗟𝗮 𝗻𝗼𝘃𝗶𝗮 𝗱𝗲 𝗺𝗶 𝗮𝗺𝗶𝗴𝗼. ❘ [𝗗𝗘𝗩𝗜𝗘]

➪ 𝗠.

[No lo puedo defender. Tal vez te quiere. Pero tú vienes a mi cuando él te hace llorar.]

Narra Mal.
Llegue a la habitación de Doug, como todos los días. Entre y no estaba, sin embargo escuché la regadera soñar, se estaba duchando, así que me dispuse a acostarme en la cama y ver televisión en lo que salía.

Pasaron unos minutos y empecé a escuchar sollozos.

¿Sollozos? ¿Doug estaba llorando?

Abrí la puerta del baño, no me importo siquiera si estaba desnudo o no y entre.

Estaba sentado en el piso de la regadera, con la cara en sus rodillas, abrazando sus piernas y el agua cayendo sobre él.

— ¿Que pasó Doug? ¿Por que estás así? ¿Por que lloras? — pregunte angustiada

— Ben le va a proponer matrimonio a Evie.

¿Que? ¿Como? ¿Cuando? ¿Por que?

— Doug...

Lo abrace y deje que llorara. Yo más que nadie sabía lo enamorado que estaba este chico de mi mejor amiga.

—Está mañana Evie se me acercó y me dijo que si podía perderte. Ella vio como una chica te daba un beso en la mejilla, y ambos sabemos que la única que te daría besos en la mejilla sería Gabriela. Sin embargo yo le dije que no podía perder lo que nunca ha tenido, pero ambos, tú y yo, sabemos que ella te tiene, y que jamás te va a perder.

— Mal, si le propone matrimonio y ella acepta. Mal si ella acepta entenderé que esto se acabo.

— Doug. No se puede acabar lo que nunca a iniciado.

— No Mal. Mi enamoramiento hacia ella. Trataré de olvidarlo. Ya no sería la novia de mi amigo, sino que ahora sería su esposa. Y mi moral no me lo permite.

Reí entre lágrimas, ver así a mi mejor amigo me ponía sentimental.

Y quizás también lloraba por que Ben se casaría y todas las promesas que me hizo eran falsas. ¿Cómo podía llegar a ser tan idiota?

Después de unos minutos así, salí para dejar a Doug cambiarse y buscar algo de su ropa para cambiarme yo también. Creo que no pensé bien el hecho de sentarme junto a él con la regadera aun abierta.

Después que se cambio se acosto en su cama y se quedó dormido. Quizás tanto llorar lo debilitó.

Suspire.

Tres toquidos se escucharon en la puerta.

Abrí. Estaba Evie tras ella.

— Necesito hablar con Doug. Por favor — solo en un susurro

— Él, está dormido, ¿para que lo necesitas? Si Evie, soy chismosa.

— Solo, quería decirle mi respuesta a lo que me pregunto hace poco. — dijo — pero si está dormido, regreso luego.

Narrador.

Ese viernes por la noche Doug durmió como nunca lo había hecho, después de llorar su energía se había acabado, como aquello que jamás tuvo con Evie.

Si ese era el final, él estaba dispuesto a aceptarlo, con tal de ver a Evie feliz.

Ese sábado por la mañana él se fue camino a casa, quizás necesitaba despejarse. Regresando para "un evento" al que lo llamaron, sin imaginarse que sería.

Ese mismo sábado, por la noche, Evie aceptó (frente a todo el reino) un futuro como la reina de Auradon.

Destrozando así no solo el corazón del chico de ojos verdes que la veía desde lejos, sino también el suyo.

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—Nos vemos como en dos o tres meses. <3