No había una sola señal en su rostro que mostrara felicidad. Siempre se mantenía con su mirada hacia el frente sin prestar atención a nada a su alrededor, ni siquiera al buen clima que había ese día. No era porque Levi fuera una persona infeliz, no lo era, o por lo menos no se sentía de ese modo, pero sabía que las cosas no le importaban más de lo necesario. Era la misma rutina de todos los días, las mismas calles por las cuales caminar, ¿Qué importaba el clima, o la gente, o los autos que pasaban a su alrededor? Mañana volvería a ver rostros nuevos y olvidaría los del día anterior. Aquello no tenía nada de malo, pero la mirada de Levi asustaba a alguna gente a su alrededor, sino fuese tan bien vestido pensarían que era algún vago buscando problemas.
Siempre que podía caminaba con los audífonos a todo volumen, sabía que no era bueno pero eran los pocos momentos en el día en el que se podía sentir relajado y en su propio mundo. A causa de eso no pudo darse cuenta que en una radio que sonaba a unas casas de distancia sonaba una canción que él se sabía de memoria, y no porque estuviera en su lista de reproducción de siempre, sino porque era de la banda de unos de sus mejores amigos. ¿Cuál era el nombre de la banda? Quizá si le preguntabas a Levi no sabría responderte al momento, pero se sabía cada una de las canciones de la banda de su vecino Erwin. Llevaban poco más de un año tocando de manera local y dándose a conocer en la zona, pero sobre todo, ensayaban continuamente en casa de Erwin, lo que permitía a Levi escuchar las canciones varias veces al mes.
Erwin se mudó junto a casa de los Ackerman cuando ambos eran aún muy pequeños. Aunque Levi era un año mayor que él, se lograron entender muy bien y ser buenos amigos. Ambos tenían personalidades muy explosivas, que no los ayudaba a hacer amigos en sus respectivas escuelas, pero siempre tenían el consuelo de que habría alguien en la calle para llegar y pasar el rato. Fue así cuando eran solo unos niños, paseando en bicicleta y jugando con figuras de acción, y aunque a Levi había sido un niño lleno de energía, Erwin tenía la costumbre de hacer planes para jugar de la manera más extrema posible, lo que hacía que terminaran con raspones y golpes todos los días.
También habían pasado la pubertad y adolescencia en convivencia. Aunque eran tiempos de cambios y ambos se volvieron más callados de lo que eran cuando niños, siempre encontraban algo en común que hacer cuando cada uno volvía de la escuela. Y Levi paso por la mente de Erwin hace más de un año cuando quiso comenzar con los preparativos de una banda. Sabía que Levi no era bueno en los instrumentos que el buscaba, más bien en ninguno, ya que lo poco que sabía se lo había enseñado el mismo y no habían pasado más de una o dos clases. Pero aun así intento ofrecerle ser el bajista de la banda, a lo cual Levi lo rechazo de inmediato. Había intentado ser lo más amable posible, temía que su amigo pensara mal de él, pero la confianza entre ellos le hizo a entender a Erwin que no había mucho por insistir.
Levi solía estar ocupado algunas tardes a la semana por prácticas de tiro con arco, pues después de la preparatoria había escogido dedicarse completamente al deporte que más le apasionaba, siendo una de las pocas cosas que hacía con entusiasmo y por decisión propia. Por lo que había sido entendible su decisión ante Erwin. Pero esto no había sido motivo para no apoyarlo y asistir a algunos ensayos que estaban en la casa de junto, que aunque siempre le parecían algo regulares y no de su gusto, asistía con todo entusiasmo cada que podía.
En esas mismas reuniones en casa de Erwin conoció a quienes serían los demás integrantes de la banda: una pareja bastante callada que eran amigos de la vieja escuela de Erwin. Como nunca habían compartido el mismo centro de educación, ambos habían conseguido amigos muy distintos y sin conocerse entre ellos. Pero eso no impidió que Levi se hiciera amigo de ellos con rapidez.
Como Erwin era un fan de la guitarra se había dedicado a ser la única guitarra de la agrupación. Mike, un tipo bastante serio se había unido a la batería, y su novia, Nanaba, una mujer que no era más habladora que su pareja, se había quedado con los vocales y llenando el puesto del bajista. Parecía sorprendente como una chica de baja estatura y de voz varonil lograba cantar tan melodiosamente, que hacía que incluso Levi se quedara hipnotizado. Era un buen grupo, pero no sabían cómo salir de su zona de confort, o al menos eso creía Levi, quien miraba como siempre estaban tocando el mismo tipo de canciones. A la vez que pensaba que el hecho que todos fueran rubios volvía la banda algo extraña, pero eso mejor se lo guardaba para sí mismo.
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Me gusta tu estilo
RomanceVivir en la constante mentira de ser feliz es más común en la actualidad de lo que se cree. Fingir que tu vida actual es tal como la quieres es solo una muestra más de la sociedad conformista. Levi Ackerman es una de las victimas de esta idea, pero...