Aléjate [MinKey]

CAP9: Incertidumbre

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No. No era obvio. ¿Es que Min Ho no se daba cuenta de lo importante de esa declaración?

—¿A qué te refieres?—preguntó un Ki Bum confundido.

—Me gustas, me gusta estar así contigo, me gusta besarte, me gusta tocarte—terminó de hablar el pelirrojo mientras sus manos viajaban a la espalda baja del pelinegro.

—¿Cómo puedes estar seguro? Tal vez es solo calentura, desde que dormimos abrazad—

—¿Por qué siempre niegas todo? Sabes muy bien que quien empezó esto fuiste tú—le cortó Min Ho.

—Ahora, ¿yo soy el culpable?—le reprendió Ki Bum.

—Me ordenaste que te besara—

—Ah y si te ordeno que folles con Fulanito, ¿lo haces?—dijo sarcástico el pelinegro.

—No, no me refiero a eso. Lo que estoy tratando de decir es que a ti también te gusto, solo que no quieres admitirlo—

—Ni siquiera lo he negado—contestó Ki Bum, quien después de darse cuenta de lo que dijo escondió su rostro en el pecho del pelirrojo.

Min Ho sonrió, eso era un avance, no quería apurarlo, porque sabía que Ki Bum era capaz de botarlo de su casa. Abrazó fuertemente por la cintura a Ki Bum y habló.

—¿Nos bañamos juntos?—

Ambos seguían sin portar prenda alguna en sus extremidades inferiores. Habían discutido con sus miembros rozándose, si seguían así, Min Ho sabía que se pondría duro otra vez.

Ki Bum fue más consciente de su desnudez y si estaba avergonzado por esa especie de confesión que había hecho, ahora no quería ni mirar a la cara a Min Ho. Trato de alejarse de él, pero Min Ho lo atrapó en otro abrazo fuerte.

—¿Estás intentando escapar?—lo fastidió Min Ho.

—¿Podemos hablar vestidos, por favor?—dijo Ki Bum en un tono tierno contra el pecho del pelirrojo.

A Min Ho se le aceleró el corazón, no podía creer que le gustara tanto que Ki Bum usara con él una voz tierna. No le respondió, tomó la mandíbula de Ki Bum y lo besó. Quería decirle tanto con ese beso, ya que no podía creer cuánto se había demorado en entender que Ki Bum le gustaba y le gustaba desde hace más tiempo de lo que él sabía. Dio pequeños besos a la nariz del pelinegro, a sus párpados, a su frente y finalmente bajó a su cuello, lo besó y succionó un poco, hasta que Ki Bum lo detuvo.

—Espera, vas a dejar marcas—le susurró Ki Bum.

Min Ho retrocedió y vio la cara sonrojada de Ki Bum, esos ojos dilatados brillosos y sus labios hinchados. Todo ello lo había provocado él, volvió a sonreír.

—¿Qué pasa?—le preguntó Ki Bum.

—Eres muy lindo—fue la respuesta del pelirrojo.

Ki Bum volvió a esconderse abrazando a Min Ho. Por su lado, el pelinegro no esperó una respuesta, tomó las piernas de Ki Bum y lo llevó consigo en dirección al baño. Seguían semidesnudos, seguía existiendo fricción entre sus pieles y eso los tenía un poco delirantes.

Al llegar al baño, Min Ho bajó al pelinegro suavemente.

—Hace frío—dijo Ki Bum al tocar las baldosas con sus pies descalzos.

El pelinegro se acercó al espejo y no pudo soltar un grito ahogado.

—No no no, ¡Min Ho!—regañó al pelirrojo.