Chico Invisible [KookGi]

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♪♪Y me imagino como será, el día que te pueda tocar.

Sentado al final de la clase mirando tu pelo, deseando que algún día me me mires como yo quiero.
Si se cruza tu mirada y la mía, tengo suficiente porque seré mucho más feliz que la mayoría♪♪

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Una de mis tantas fantasías es besar los bonitos labios de Min Yoongi. Me preguntó si aquello se hubiese echó realidad si el arruina-oprtunidades de Hoseok no lo hubiera arruinado como siempre, ¿y encima tiene la osadía de preguntarme por qué me cae mal?

Ya han pasado dos días desde aquello, hasta ahora ninguno de los dos ha tocado el tema. Pero Yoongi, he visto a mi Yoongi sonrojarse cuando me le acercó a diferencia de antes de lo que pudo haber sucedido. Aquello me causa una gran ilusión. Desde aquel momento no he parado de pensar qué probablemente tengo una oportunidad de conquistar su corazón.

Tendré que idear un nuevo plan de confesion hacia Yoongi. Solo esperó que esta vez nadie interrumpa.

Doy un suspiro, otro y otro más mientras miro a Yoongi poner atención a lo que sea que dice el maestro Kim.

Ahora entiendo el porqué las colegialas enamoradas suspiran tanto, e incluso creo que empiezo a parecer una.

«Min Yoongi, maldita sea, date cuenta de qué estoy de esta manera por ti y, asume tu responsabilidad».

«O por lo menos voltea a verme, gato estúpido y roba corazones»

—Jeon Jungkook, el pizarron esta por acá.

«Diablos no otra vez».

Oigo como varias risas son reprimidas o por lo menos intentan reprimirse. Yoongi voltea a verme, siento como la sangre sube a mis mejillas y de inmediato aparto la mirada de su persona, inevitablemente me topo con la mirada del profesor que me mira con el ceño fruncido, tiene cara de querer reventarme un libro a golpes en la cabeza.

—Joven Jeon, esta es la tercera y última vez que le pido que preste atención a mi clase en vez de estar viendo con ojos de enamorado a su compañero Min.

Señala a Yoongi, y este al instante se sonroja y me mira inquisitivo. Tal vez esperando a que lo niegue, pero no lo haré, creo qué ya es hora de qué se de cuenta de la realidad.

Oigo varios murmullos, la mayoría de chicas diciendo cosas como: “Jungkook oppa debería verme a mí”.

Me aguanto las ganas de gritarles que no me llamen oppa, el único que debería llamarme oppa es Yoongi.

—Lo siento —contesto firme y volteo a ver de nueva cuenta a Yoongi —intentare no verlo tanto.

Yoongi se ha dado la vuelta apenas y termine la frase. Muy en el fondo tengo miedo de lo qué pueda suceder apartir de este momento.

*********

Me siento junto a él como de costumbre, mientras qué él juguetea con su almuerzo, miro de reojo su linda cara, me es imposible no consentrarme en el notorio sonrojo sobre sus mejillas, mi corazón parece querer salir de mi pecho al pensar que el motivo probablemente sea mi presencia.

De un segundo a otro alsa la vista y nuestras miradas se cruzan apenas unos segundos, y él la aparta de prisa. Y ese sonrojo se vuelve más visible, diablos estoy empezando a ilusionarme en serio.

—Lo que dije en la clase...

—Buena broma —me interrumpe y empieza a reír exageradamente.

—No fue una broma, yo... En serio te estaba mirando —y su risa fingida se esfuma al instante dejando a un Yoongi con cara de color tomate.

Arrolla entre movimientos atropellados la manga de su camiseta, apenas mira y con voz torpe exclama con una pobre actuación.

—¡Valla, mira la hora es tarde para la siguiente clase!

Algo anda mal, él ni siquiera tiene reloj.

—Yoongi...

Pero apenas alcance a terminar de decir su nombre y él ha salido como alma que lleva el diablo.

Y justo cuando estoy a punto de ir tras él un par de chicas se ponen enfrente, impidiéndome pasar.

—Jungkook Oppa ¿Es cierto qué te gusta Yoongi?

—¿Oppa verdad qué no es cierto? ¡Desmiente los rumores que hay en la escuela!

Suelto un bufido molesto. ¿A ellas qué les importa?

—¡Sí, me gusta y mucho, estoy enamorado de Min Yoongi! —contesto sin dudar y alzando la voz para qué todo mundo lo oiga —¡y no me llames oppa!

—¡Espera oppa!

Me libro a como puedo de ellas, sólo quiero alcanzar a Yoongi.

Corro como un loco, preguntando sí han visto a dónde se había ido, hasta que finalmente lo encontré en el campus intentando regular su respiración. Me acerco a él, pero en cuanto me ve, intenta escapar de nuevo.

—¡Yoongi, espera! —lo alcanzó a tomar del antebrazo impidiendo que siga —escucha yo, desde hace mucho...

—Jungkook, no... Lo qué sea que vallas a decir no lo digas.

—Pero tú me...

—No, ya te dije que no lo digas, bastante tengo con lo qué ahora dicen todos en la escuela —suelta molesto.

—¿Entonces no quieres que te diga nada? —pregunto y lo miro, el me sostiene la mirada y con voz baja contesta un apenas audible:

—No.

—Bien, sí no quieres que haya palabras, no las habrá.

Y entonces me importó una mierda lo que sucediera después, reuní el suficiente valor y cumplí una de mis tantas fantasías y... Lo bese. Bese los labios de Min Yoongi.