Mi elección. (Maxon Schreave)

Capítulo 5.

Esta semana el circo no se abrió, ni bien se entero el señor Thimotte que yo era una seleccionada canceló el circo por una quincena. Aunque supuestamente eran mis vacaciones, nada de tranquilidad había en ellas. Millones de personas entraron y salieron por mi casa y las visitas de mis amigas eran todos los días para chusmear todo lo que hacían las personas enviadas por el palacio. La resignación solo se las mostré a ellas.

- Es una mierda, ¿no podes renunciar?- Ana me estrecho entre sus brazos. 

-Nap, desde ahora soy propiedad de Illéa. ¿pueden creer que vino un señor preguntarme si era virgen? me dijo una sarta de pelotudeces, que la selección podía durar años, que no podía salir del castillo y me hizo firmar un montón de papeles que anda a saber que carajo dicen.- Sabrina y Jena me miraban sorprendidas por el enojo que tenia.- ¡lo peor es que me amenazaron de muerte!

-¿QUÉ?

-Bueno, no tan así,- decidí explicar cuando vi sus caras de preocupación.-  si se enteran que estoy con otro u otra el castigo puede ser la muerte, onda no puedo estar en otra relación fuera de Maxon.

- eso es entendible.- Jena encogió sus hombros.

- ¿es entendible qué te maten por no enamorarte del príncipe, pero si de otra persona? estoy en completo desacuerdo y me parece una locura. Uno no elige de quien enamorarse.- el palazo que Ana le tiro a Sabri no puede ser más obvio, pero la rubia ni cabida le dio. 

-no no, el castigo no, pero el tener otra relación fuera del príncipe si.

- yo tampoco estoy de acuerdo. Seria re romántico estar en el palacio y enamorarte de unos de tus guardias.

-lamento decepcionarte Sabri, pero los guardias que venían eran todos viejos y feos.- hice cara de asco.- pero lo bueno es que me pagan por quedarme ahí y ahora soy una tres.- solté un suspiro de resignación. 

- con respecto a la obra...

-ni me hablen de eso, hago como si no existiera la obra para no terminar en depresión.- mi corazón se estruja con solo pensar lo que pude llegar a ser y a vivir, Marcel me había mandado una carta donde me felicitaba y que, si llegaba a perder para el estreno de la obra, ellos me esperaban con los brazos abiertos para poder recuperar mi puesto. No voy a negar que la idea de auto-sabotearme se me cruzo por la mente, pero los castigos al quebrantar la ley me ponían los pelos de punta.

- ¿ya hiciste las valijas?- Sabri agarró mi mano.

-ehhh... no.- mi cabeza era un lió, me iba en dos días y todavía no había hecho nada.

- Nosotras te ayudamos.- y las 4 juntas terminamos de hacer mis valijas entre llantos y risas.

***

Cuando llegamos al aeropuerto no podía creer la cantidad de personas que tenían carteles con mi nombre, incluso con mi cara. Estaba acostumbrada a ser el centro de atención y al salir de la limo empecé a saludar y firmar todo lo que tenía a mano ¿esto es ser famosa?¿esto es lo que quiero? la sonrisa en mi cara y el calor en mi corazón cada vez que veía a una niña pequeña gritarme para una foto me decía que si. Llegué a un escenario con el gobernador de Bankston y una chica más.

- desde Bankston les deseamos el éxito rotundo.- fue lo único que escuche del corrupto este. No preste mucha atención al discurso falso y a las miradas interesadas que nos lanzaba el lascivo del gobernador. segui saludando y disfrutando el sentimiento de ser una superestrella.

me reí por mis pensamientos tan egocentristas y la chica de al lado me miró rara. supongo que es otra seleccionada.

-Hola, soy Natalie Luca, 4. -se presentó una vez que bajamos y estamos esperando para poder subir al avión.

-Hola, soy Heraclia Seamonet, 5... ¿nerviosa?-señale a sus manos todas estrujadas. Nunca me miró al hablar, solo observaba la ventana y el avión.

-si, jaja, es la primera vez que viajo en uno. ¿vos no?- volteo la cabeza para lanzarme una sonrisa de costado, sus ojos celestes y rubio pelo me hicieron darme cuenta porque es una seleccionada.

-Trabajo en un circo y a veces viajamos en aviones para las giras. - me encogi de hombros. 

-oh ¿y cómo es viajar? - sus  grades ojos me miraron con un poco de terror, suspire para mis adentros. Detesto ser buena persona. 

-tranquila, podes sostener mi mano si tenes miedo.

Como me arrepiento de haberle dicho eso, al aterrizar no sentía mi mano, pero valió la pena hacerlo por Luca.