Capítulo 4.

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Era viernes, hoy me tocaba batalla de espadas con mí padre. Mejor aún batalla de espadas prendidas fuego con mí padre. Era la única manera que lograba sacar la frustración de su figura de autoridad. Ninguno de los dos tenía piedad cuando nos hallábamos en la arena del circo. Mí madre daba piruetas arriba nuestro mientras que nuestras espadas soltaban horribles chirridos junto a los espectadores. Hoy hacíamos el acto más temprano para que la gente pudiera ver el Report. Un calor cerca de mí cara hizo que me concentre otra vez en la lucha. Su espada me atacó por la derecha, logré frenar el impacto y lo ataque por la izquierda. Él logró predecir mí movimiento causando que mí espada y la suya quedé arriba nuestro. El calor se sentía y si no hacía algo rápido él me iba a vencer. Con una pierna lo desestabilice para agarrar su mano con la espada y ejercer la suficiente fuerza como para que la suelte. Cuando cayó al piso, su espada estaba en mí mano y una mirada entre furia y orgullo en su cara. Lo ayude a pararse y ambos recibimos los aplausos. Luego nos dirigimos hacía la carpa.

-veo que haz prácticado mucho, estoy orgulloso.- Su mano apretó suavemente mí hombro. Sabia que su orgullo estaba por el piso, no comente nada para no generar su ira y solamente sonreí. No me causaba completamente nada escuchar que el estaba orgulloso. Nada. Decidí ducharme, tendría que esperar que el resto de mi familia terminara su función para poder ir a casa.

***

En mi casa el aire estaba pesado, nervios y excitación se sentían en el. Hoy decían quienes eran las seleccionadas. inicialmente lo iba a ver con mis amigas, pero mi madre no me dejo hacerlo. Nos sentamos en la sala, cada uno ya tenia su lugar predilecto y comía de su propio tarro de pochoclos. El himno sonó y escuchamos las noticias como siempre, Gavril saludo a la familia real y pude notar el nerviosismo del príncipe. Logré empatizar aún más con él, en su situación el sentido del deber y la entrega a su pueblo era aún mayor al rechazo de ser utilizado para un reality show y exponer sus sentimientos para el deleite de la gente común. Algo en mi corazón se movió, seguro era respeto y gratitud porque no cualquiera aceptaría tal trato. La familia Real intercambió unas palabras para que por fin llegara el momento que todos estaban esperando.

-la señorita Fiona Castley, de Paloma, tres.- Al menos yo, no estaba prestando atención. Las fotos de estas chicas se reproducían como si fueran mercadería o incluso criminales, me reí en mi mente al pensar en que estas pobres chicas eran unos de criminales de los mas buscados. pronto apareció la foto de una chica colorada y decidí que ella seria acusada de un asesinato pasional. 

-La señorita Heraclia Seamonet, de Kent, Cinco.- mi foto ahora había aparecido en la pantalla y decidí que mi crimen seria asesinato en masa. 

-Lo lograste.- Las piernas de mi hermano me apretaban, ninguno de mis familiares salía de su expresión de shock. Me empecé a reír como una loca, mi madre me miro preocupada cuando noto las lagrimas. Pronto se acerco a abrazarme, pude notar la sonrisa extraña de mi hermano y la mirada esperanzada de mi hermana. Solté un sollozo. 

-bueno, deja de llorar.- Padre tan comprensivo me logro callar.- esto es una gran oportunidad, aprovéchala y causa una diferencia.- no entendí sus palabra, pero antes de que yo pueda hablar el teléfono sonó. 

y no dejó de sonar durante varios días.



Mi elección. (Maxon Schreave)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora