Trío sin ti [Jookyun]

18: Obsesión

Cuando Jooheo llegó a casa, Jennie lo recibió con una sonrisa y un beso en su mejilla.

Él se estremeció, pero ella no se dio cuenta.

-Llegas tarde dijo ella. Pensé que estarías en casa antes que yo.

Joo se quitó la chaqueta y la arrojó al perchero. Se deslizó al suelo. Se detuvo junto al sofá, pero no se sentó y en cambio caminó hasta la ventana. Estaba oscuro afuera. Estaba nevando de nuevo, copos blandos y suaves revoloteando hacia el suelo en una hermosa cascada de resplandeciente blanco.

-¿Jooheon? dijo Jennie vacilante. Él la oyó recoger su abrigo. ¿Pasa algo malo? Preguntó. Él cerró los ojos por un momento, de espaldas a ella. Sí, había algo malo. Él. ¿Dónde estabas?

-En la casa de Hoseok Su mano agarró el alféizar de la ventana, y él tuvo que tomar algunas respiraciones profundas para controlar la oleada de rabia. Esto era ridículo. Wonho era como un hermano para él. Habían crecido juntos. Él no debería sentirse con ganas asesinarlo a causa de un beso.

-¿Él ya llegó?

-Sí, dijo.

-Está bien, ¿qué está mal? La nieve estaba más pesada y el viento estaba levantándola ¿Jooheon?

-Yo no te dije algo, dijo con voz apagada. He estado pasando el rato con Changkyun.

La respiración de ella se le enganchó en la garganta. Hubo un largo silencio. El único sonido que podía escucharse era el débil aullido del viento en el exterior.

-Está bien, dijo la chica, con la voz temblando un poco. ¿Tú Tú te acostaste con él?

El agarre de Lee en el alféizar de la ventana se volvió más  apretado. 

-No.

Otro largo silencio.

-¿Tú querías? Una rama pelada golpeó contra la ventana. El silencio se prolongó. Su dura, amarga carcajada cortó a través de la habitación. Tú ni siquiera puedes negarlo. ¡Mírame, maldita sea!

Jooheon se dio la vuelta.

Ella se paró en medio de la sala, con la cara enrojecida y los ojos muy abiertos y brillantes. Una temblorosa horrible sonrisa torcía sus labios.

-¿Es así? ¿Vas a dejarme por él?

Las cejas de Joo fruncidas. 

-¿Por qué estás incluso preguntándome eso? Tú no deberías darme una elección. No puedes estar bien con esto.

Jennie se rió de nuevo, el sonido discordante y abrasivo. 

-Oh, definitivamente no estoy bien con esto. Pero - pero tú eres mío, no suyo. ¡No se suponía que fuera de esta manera! ¡No puedo simplemente entregarte a él! ¡No lo haré! Ella se acercó, agarró su mano y la apretó. Tú no me engañaste. No me importa si lo deseas. Tú no engañas. Podemos - podemos superarlo - Te voy a dar otra oportunidad y nosotros -

-Basta, dijo Jooheon, bilis subiéndole a la garganta. Ella se veía casi histérica. Parecía como... su madre. Él puso las manos sobre sus hombros y la sacudió ligeramente. ¿No tienes ningún respeto por ti misma? Te mereces algo mejor. Yo soy el cabrón aquí. Tú no me tienes que dar una segunda oportunidad. No va a cambiar nada.

Ella negó con la cabeza lentamente. 

-Pero tú no me engañaste, susurró.

Jooheon la miró a los ojos. 

-Le di un beso.

Ella abrió la boca y la cerró antes de abrirla de nuevo. 

-No me importa. No tuviste sexo con él. No fuiste infiel.