Capítulo 34

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Yael:

Era hora de terminar con Karina, no iba a permitirme seguir con este juego de ilusiones; la había citado en un café, qué mejor que terminar en un café, ¿no?

Ella llegó, tan bonita como siempre; en serio espero que encuentre buenas personas en su vida, tanto parejas, como amistades, no entendía qué había hecho Karina para que le estuviera pasando todo esto, era una chica increíble, pero a la vez ingenua.

—Hola. —Me dio un beso en la mejilla.

—¿Qué tal? ¿La pasaste bien? —Pregunté refiriéndome a su cumpleaños el día anterior.

 —Sí, muy bien.  -Sonrió. 

—Me alegra mucho. —Le devolví la sonrisa.

—Bien; ¿para qué me citaste? 

—Solo quería verte, ¿por qué debo tener una razón? —Comencé a ponerme nervioso.

—Jamás me llamas solo porque quieres verme, no creo que esta sea la excepción, ya que nos vimos ayer, así que, ve al grano. —Dijo firme.

Karina:

No estaba lista para escuchar esas palabras, no quería que terminara, pero era necesario, sabía que no me quería, también había escuchado como el día anterior, en mi cumpleaños había tenido sexo con ___, no iba a permitirme seguir con una farsa. 

—Bien, no sé cómo decirlo, ¿cómo debería empezar? —Cada vez estaba más nervioso.

—Solo dilo y ya, no me gustan los rodeos, Yael.

—Karina, eres una chica maravillosa, bonita y... —Lo interrumpí.

—Sí, pero ella lo es más, ¿no es así? —Sonreí, quería llorar ero no me lo permití, nadie más que yo podía verme llorar.

—Quizá lo es, pero no voy a menospreciarte, también eres preciosa, inteligente y miles de adjetivos más. —Se excusó.

Tantas mentiras solo para terminar conmigo.

—Solo dilo y ya, tengo cosas que hacer. —Exclamé en un tono helado.

Yael:

—Quiero que terminemos, yo, no lo soporto más, te quiero, te aprecio, pero no te amo, nunca lo hice, y no quiero herirte, herirme, herirnos más de lo que ya lo estoy haciendo, no niego que disfruté los momentos a tu lado, me hiciste muy feliz, pero no de la manera romántica, sino, como una gran amiga, y lo agradezco porque estuve tan triste, y—me interrumpió.

—Para de hablar, por favor; ya dijiste la palabra que estaba esperando, y estoy de acuerdo, porque sé que no me amas, y tengo mi propio amor, mi propio valor y mi propio tiempo, no quiero estar desperdiciando todo esto que me costó conseguir en una relación sin sentido, no voy a decir que no me siento mal, porque me estoy conteniendo las ganas de llorar, jamás debimos estar juntos, sé que solo era un compromiso, una promesa con ella, y realmente duele; pero sé que la amas a ella, así que sí, terminemos, sin embargo, no quiero que seamos amigos, no podré, solo olvidémonos, no quiero volver a verte, Yael, hasta nunca.

Se paró de la silla, hizo una reverencia a manera de despedida y me dedicó una última sonrisa, haciendo que sus ojos se vieran más pequeños, salió del local, y entonces, la perdí de vista. Bien, por fin había terminado con ella, me sentía mal por la manera en que lo hicimos, pero sentía un gran alivio porque ya no tenía que fingir más, mis intenciones tampoco eran recuperar a ____, si el destino lo quería, estaba dispuesto a volver, pero si no, tampoco importaba, antes de amar a alguien ajeno, debo amarme a mí mismo, así que, primero yo, después el resto. 

𝙇𝙖 𝙘𝙝𝙞𝙘𝙖 𝙙𝙚 𝙢𝙞𝙨 𝙨𝙪𝙚𝙣̃𝙤𝙨.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora