Capítulo 4: El regalo

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Cuando Off comenzó la universidad, y empezó con su empleo como asistente, casi ya no lo veía nunca, nos escribíamos por Messenger cada que tenía tiempo y así pasó un año nada excepcional. El día de mi cumpleaños número dieciséis decidí que era momento de decirles a mis padres que era gay. Estaba muy asustado. Cuando se lo comenté a Off el me dio palabras de aliento y me dijo que mis papás me querían, y que él siempre iba a estar apoyándome. Yo sabía que Off ya les había contado a Dararat y a Sunan que era gay y ellos lo habían tomado muy bien, según lo que Off me había dicho.

Mis papás habían preparado una gran fiesta. Tengo que admitir que me gustaba bailar y las fiestas, es irónico porque a Off no le gustan las fiestas, era todo un aguafiestas. Invitaron a todos mis compañeros de clase, amigos de mis amigos (soy una persona muy sociable) y gente muy importante. Pero claramente la fiesta estaba separada en dos, los adultos que estaban dentro de la casa principal, y en una parte del jardín trasero, donde se encontraba la piscina, estaba la verdadera fiesta con DJ, una pista de baile, gente en la piscina y guardaespaldas por todos lados.

Yo estaba bailando con Oab, Alrisa, Joss, Ploy y New, mis amigos del colegio, cuando me di cuenta que Off estaba llegando. Él había estado muy ocupado durante esa semana porque ya era fin del semestre y tenía muchos proyectos y trabajos que entregar. Lo saludé haciendo un gesto con la mano y se acercó dónde estaba bailando. Mis amigos conocían a Off desde siempre, pues Off siempre se iba en el auto conmigo a mi casa y era el estudiante con mejores calificaciones durante todo el tiempo que estuvo en el colegio. Ellos lo saludaron y Off solo les sonrío, era muy frío, muchos le tenían miedo. Mientras estuvo en el colegio casi nadie se le acercaba.

— ¿Quieres bailar con nosotros? —pregunté cuando él no dijo nada y solo se había quedado mirándome. Aunque ya sabía que iba a decir que no.

—No, gracias. —y siguió parado en la pista de baile sin decir nada. Después de unos minutos reaccionó y se acercó a mi oído pues la música estaba muy fuerte. —Quiero hablar contigo un momento, no tengo mucho tiempo.

Yo asentí y les dije a mis amigos que regresaba en un rato. Me fui con Off. Sabía a dónde íbamos a ir, a la casa del árbol. Durante el camino no dijo mayor cosa y cuando llegamos a la casa del árbol Off me agarró la mano y puso una cajita de regalo.

—Feliz cumpleaños, Gun. —dijo con su cara seria.

—Gracias, Off. —levante mis manos y me puse de puntitas para darle un abrazo, Off es alto, muy alto con un cuerpo muscular pero delgado.

—De nada, espero que te guste. —dijo devolviéndome el abrazo.

Abrí la cajita que me había dado y adentro había una pulsera de plata Gucci simple con eslabones muy masculina, muy mi estilo. Le sonreí y lo volví a abrazar.

— ¿Te gustó? —Me preguntó susurrando en mi oído.

—Está hermosa, gracias Off, pero no tenías que comprarme nada y menos algo tan caro. —dije haciendo un medio puchero.

Off se rio y levantó la manga de su suéter que lleva puesto enseñándome su muñeca. Tenía puesta la misma pulsera que me había regalado. Me eché a reír, Off no era de las personas que le gustara llevar accesorios y menos joyas.

—Wow, eso es sorprendente. ¿Qué es esto, un símbolo de nuestra amistad? —dije en tono de burla.

—Cállate. —dijo riéndose y haciéndome una especie de llave en el cuello.

Nos quedamos sonriendo por unos segundos cuando Off se puso serio otra vez.

—Ya les dijiste a tus papás sobre... —comenzó a hablar, pero lo interrumpí.

—No. —Dije soltando un suspiro. —No les he dicho, pero les quiero decir. —dije jugando con la caja de regalo que aún tenía en mis manos. —No quiero seguirles ocultando mi verdadero yo. —Off me rodeó con sus enormes y fuertes brazos y dijo:

—Gun, sé que estas asustado, yo también lo estaba cuando se lo dije a mis padres pero sé que tus papás te aman mucho y no tienen una mente cerrada y anticuada. Ellos ya te aman como eres porque siempre has sido tú mismo. El hecho de que seas gay no cambiara en nada el amor que sienten por ti.

Off me agarró de los hombros y con una mano levanto mi barbilla, me miro a los ojos y me dijo:

—Entiendes. —asentí y me dio otro corto abrazo. —Bien, ahora ponte la pulsera.

Después de un tiempo, bajamos de la casa del árbol, no hablamos de nada relevante, le pregunté cómo le iba en las cases y con el trabajo y el preguntó lo mismo. Cuando llegamos al jardín trasero mis padres me estaban buscando, era la hora del pastel. Off se quedó atrás solo observándome mientras los demás hacían un cirulo alrededor mío junto al pastel cantando feliz cumpleaños, y después ya no lo volví a ver esa noche.

En un Segundo (OffGun)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora