Extra 4: Locos desastres

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Este extra ocurre después
del capítulo 31, y en el
transcurso del capítulo 32 y 33

- Dominik -
Locuras en el supermercado.

Nada bueno podría haber salido de todo esto.

Una trampa en la que caímos redondito y ni siquiera pensábamos en lo que pasaría.

Julietha apresura su paso hasta dentro de la casa, Fernanda sigue dándole la reprimenda de su vida al DJ y eso no es lo que me importa en este momento sino que Julietha tenga la privacidad necesaria como para desahogarse y afrontar esta bromita de mal gusto.

Avanzo unos pasos comenzándome acercar a ella cuando, Natalie bloquea el paso de Julietha, alguien sujetando mi brazo con ligera fuerza evita que siga caminando. Trato de zafarme del agarre y desisto al ver que Natalie se queda estúpidamente parada por las puertas corredizas de la casa.

—Dominik, ella está bien, sabe cómo quitar a las víboras de su camino.—murmura a mi lado.

—Ahora vuelvo, esa tiene que pagar.—aviso alejándome de él.

Busco con mi mirada a Fernanda que tomo el lugar del DJ luego de haber reproducido el video de Natalie, con esa quiero hablar, mas bien quiero dejarle claro a qué bando pertenezco y que con mi amiga la única que se puede meter, solamente con su cabello de escoba y su mal gusto combinando, soy yo.

—Natalie.—digo llamando su atención.

Sale de su estupefacción, dirigiéndose como un humor de los mil demonios, con su aura fría desde que la vi por primera vez, y evitando caerse con sus tacones inmensos para no parecer de tan baja estatura.

Dios, quien se pone tacones agujas para estar en un jardín, ¡¿quién en su sano juicio hace eso?!

Alguien que piensa y es evidente que esa pelinegra despiadada no sabe lo que es hacer funcionar las neuronas.

—¿Y tú qué?—suelta histérica.

—Natalie, ya basta.—aparece el mamut, Aarón, a unos pasos detrás de ella.

Ambas estamos delante de la mesa de bocadillos y toda esa decoración basura y costosa, ya digo yo que ésta no piensa.

—Creo que el ponche tiene algo.—señalo el tazón donde la bebida roja reposa.

Sacude su cabeza, y al agacharse a ver si lo que decía era cierto—mala elección de su parte—agarro el tazón haciendo que todo el líquido rojo bañe su cara, torso y cabello, a mi alrededor vislumbro flashes, risas, cuchicheos, siempre he sido la antisocial insolente y rebelde, así que generarme enemigos por defender a mis amigos no me causa gran conflicto.

—¡Estúpida, mi vestido!—chilla con las manos en el aire.

—Ups. Creo que no tenía nada.—finjo remordimiento.

Aarón retrocediendo cuando supo mis intenciones, no sé qué tipo de relación es esta y hasta puedo decir que ni siquiera se podría llamar relación, para nadie es un misterio que Natalie le es infiel a Aarón y que él tiene una larga lista de mujeres que van detrás suyo pero con Morticia siguiéndole a todos lados el pobre no ha tenido oportunidad de ligárselas.

Trilogía Infinito (EXTRAS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora