Extra 3: Lágrimas inocentes

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- Julietha -
Noveno cumpleaños.

Camino al revés demostrando que tengo ojos hasta en mis espaldas y que además puedo hablar mientras lo hago.

— Odio que tenga que ir al colegio el día de mi cumpleaños.— me quejo con mi mejor amiga.

Se supone que los cumpleaños son súper ultra megas divertidos y al menos por ese día tus padres te permiten faltar a la escuela, pero en mi caso no.

Mamá está de guardia en el hospital y prefiero ir al colegio que quedarme sola con papá en casa, él no es malo, él solo quiere cuidarnos a su manera, él va a cambiar porque las personas que lo rodean lo quieren mucho y por el amor que le tenemos va a cambiar. Yo lo sé.

—Si no ibas te pondrían falta y todos sabemos que la profesora chismosa se los diría a tus papás y tu padre se enojaría demasiado.—recuerda Natalie pateando una piedra en su camino.

—Lo sé, por eso fui y ahora tengo que esperar a que Logan llegue para comer.—me quejo dejando caer mis brazos a mis lados.

—¿Y si vienes a mi casa? Haríamos tareas y le le diría a mamá para preparar galletas.—propone alegremente.

—No, Nat, es mejor que espere a mi hermano, te veo mañana.—me despido con una mano.

Este año no habrá fiesta, mamá está embarazada y tiene que ahorrar para la llegada de mi hermanito y la universidad de Logan, además ese bebé es más importante que una tonta fiesta.

Busco las llaves que Logan me dio para poder entrar a casa cada vez que yo llegaba antes que él pero no las encuentro, me enojo y desespero porque mi mochila parecía un agujero negro, todo lo que entraba nunca volvía aparecer, además de estar un poco sucia y con un agujero chiquito parchado con cinta adhesiva.

Hasta aquí afuera escucho el chirrido de la tabla de madera suelta en el piso de l sala de estar, asustada me escondo detrás de los arbustos de la entrada.

Nadie debería estar en casa, mamá está trabajando en el hospital igual que papá en la empresa y Logan en el instituto.

¿Será un ladrón? ¿Será mi hermanito gateando porque la cigüeña lo trajo antes? Mi cuerpo tiembla y mi corazón late muy fuerte, parece como un martillo contra mi pecho, retumba y retumba como el sonido que emite un tambor.

Callada y camuflada entre los arbustos. Veo una chica con cabello negro, alta y más joven que mamá salir de la casa riendo, ¿ella es la ladrona? Pero no se está llevando nada.

Su voz es chillona y parece que tuviera algo atorado que vuelve su voz más aguda cada vez que se ríe, alguien la toma de la mano y la jala, dejo de respirar cuando me asomo un poco más y veo como papá besa en la boca a esa misma chica.

No. Papá no. Papá quiere a mamá.

Papá no puede ser infiel, debo haber visto mal. Comienzo a hiperventilar y mis ojos se llenan de lágrimas, el beso entre ellos continúa y papá la agarra de la cintura y baja las manos hasta su trasero.

Ma arrastró y apoyo mi espalda a la fachada de la casa, la maldición del día de mi cumpleaños no se rompe, siempre sucede algo triste y que no lo veo venir aunque lo presiento.

Trilogía Infinito (EXTRAS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora